Mi nombre es Felipe y soy el padre de Marco. Marco tiene tres años, ha vivido su corta vida entre su casa en Jaca (Huesca) y el hospital de Zaragoza. Tras muchas visitas a médicos y hospitales, nos derivaron al Hospital Miguel Servet a la planta de oncohematologia porque habían detectado que Marco tenía cáncer. 

Nos comunicaron que nuestro hijo tenía leucemia linfoblástica aguda tipo B. Marco ingresó estando ya bastante malito, tenía una doble neumonía y un pronóstico bastante grave. Marco comienza un proceso de quimioterapia. 

El proceso de quimioterapia fue bastante duro. Aunque se hizo de manera progresiva, el grado de las sesiones era muy intenso. A los nueve meses conseguimos llegar a un tratamiento menos intensivo y recuperar un poco la vida en casa con visitas menos frecuentes al hospital. Marco entró en la parte del tratamiento que se denomina de mantenimiento, en la que también la quimio es un poco más suave pero aún así su hígado hacia demorar alguna sesión y bajar la dosis dada la toxicidad acumulada. 

Cuando quedaban 15 días para terminar esos dos años de “mantenimiento”, en uno de los análisis rutinarios encontraron que el cáncer había vuelto. Esto fue el 22 de diciembre de 2021.  

Nos lo comunicaron por teléfono porque nosotros nos habíamos ido a Madrid a pasar las fiestas navideñas con parte de nuestra familia. A los dos días Marco se puso muy malito y tuvimos que ingresarlo en el Hospital Niño Jesús de Madrid. Cuando estuvo un poco mejor nos derivaron de nuevo a Zaragoza. 

Una vez que habíamos vuelto a Zaragoza nos confirmaron el diagnóstico: una recaída estándar precoz. El proceso que tiene que seguir Marco es volver a la quimioterapia, una mucho más agresiva porque el cáncer se ha hecho resistente al tratamiento inicial. Nuestro hijo tiene que aguantar 4 meses de quimioterapia muy intensas, para hacer desaparecer el cáncer, y luego someterse a un trasplante de médula, para continuar con un tratamiento de implantación de médula. Esta es la mejor solución para Marco para evitar nuevas recaídas. 

Ahora mismo estamos buscando una médula que sea compatible con Marco al menos al 90%. Nosotros nos hemos hecho la prueba para ver si hubiera suerte y fuéramos compatibles. También estamos muy pendientes de que las sesiones de quimio no repercutan en la salud de Marco, este es uno de los temores que tenemos. Ya lleva dos años recibiendo quimio y tenemos miedo de que su cuerpo o sus órganos no sean capaces de aguantar estas sesiones tan intensas o el trasplante. 

Este protocolo que estamos siguiendo es del 2015, es decir solo hace 7 años que este proceso está en marcha, para esas recaídas estándar. La investigación de este proceso es muy reciente y yo muchas veces pienso que si esta recaída hubiera sido hace unos años, igual nos hubiera tocado seguir un protocolo diferente menos eficaz. Por eso es importante la investigación para que estos protocolos mejoren. 

Igual dentro de unos años, si se investiga más, no hace falta pasar por una quimioterapia tan agresiva y puede ser un tratamiento más focalizado. La solución ahora mismo para Marco es destruir todo para empezar desde cero, pero esta destrucción le puede llevar a que desarrolle un cáncer en otro órgano o que alguno colapse. 

La investigación es fundamental para mejorar los tratamientos, para que los investigadores puedan seguir formándose, y la inversión debe ser también para que las plantas de los hospitales puedan tener más medios necesarios para tratar a los pacientes.  

El pronóstico para una leucemia es bastante bueno, pero para una recaída no lo es tanto. Marco no llega ni al 50% de probabilidades de remitir la enfermedad y con la investigación esto podría cambiar. Hay mucho margen para ello. 

Yo muchas veces también pienso en por qué ha recaído mi hijo. Igual es que el tratamiento que le dieron no es el Ideal para su caso, pero es el que hay. O si hubiera otros nuevos protocolos ... pero todo eso solo se puede mejorar si se invierte en lo fundamental: investigar. 

Me gustaría que esta petición llegará hasta el Senado y que tomarán medidas reales, efectivas e inmediatas en destinar más recursos para la investigación de la leucemia infantil. Estamos hablando de salvar vidas y eso debería ser prioritario.