Mario cuenta con un dictamen de escolarización del equipo de orientación y otro de especialistas en autismo de la Consejería de Educación para estar escolarizado en un aula TEA específica, sin embargo, cuando la cuidadora falta, su madre se ve obligada a realizar guardia en la puerta del colegio, durante toda o parte de la jornada escolar, para atender los cambios de pañal del niño.

Soy Fernando, y mi mujer María Ángeles ha tenido que dejar su trabajo para poder conciliar familiarmente y evitar que el niño acabe manchado de excremento porque se toca al estar molesto. Es indecente. Cada vez que falta la cuidadora, tenemos dos opciones: 

• Que el niño vuelva a casa.
• O que mi mujer se quede todo o parte del día en la puerta del colegio para hacer el trabajo de la cuidadora cubriendo sus faltas.

Mario, no solo tiene autismo, es un niño con implantes cocleares porque nació sordo. El año pasado se quedó sin cuidadora 40 días, en los que se daño los aparatos y estuvo tres meses sin escuchar. Esto nos provocó tal estrés, que María Ángeles se vio obligada a dejar su profesión.

Tenemos miedo. Miedo de dejar a Mario en el colegio y que pueda llegar a atragantarse. Cuando le entra una crisis, se quita el implante, lo muerde, lo desmonta y puede atragantarse con las sujeciones de silicona, puede llegar a asfixiarse. Ya no solo es el coste del implante, Mario puede estar meses sin escuchar y nosotros no saberlo. Es necesario que tenga una audición adecuada porque mucho ruido también le es perjudicial a causa del autismo.

Cumplimos con todos los requisitos para que en el colegio de Educación infantil y primaria San Isidro de Guadiana, se abra un aula TEA, un aula que debería estar según normativa vigente y que nos hemos visto obligados a volver a solicitar. 

Seguimos a la espera de una respuesta por parte de la Consejería de Educación. Cuando por ley, nos pertenece un aula para alumnos con trastorno del espectro autista. Con la inversión que se indica para su estimulación y cuidado. ¿Por qué en Talavera de la Real si se ha concedido y en San Isidro de Guadiana no?

Y no, no nos valen las excusas de que tenemos dos profesores de Pedagogía Terapéutica (PT) y dos de Audición y Lenguaje (AL), por las que también tuvimos que luchar, sino que solicitamos lo que mínimamente nos corresponde por normativa, un Aula TEA y una cuidadora mas para cubrir las posibles faltas.

Así, exigimos un aula TEA en este colegio, un centro ordinario, para que haya una inclusión educativa, una socialización, en la que se atiendan las necesidades de Mario, como la del resto de sus compañeros por igual. 

Seguiremos dando voz a nuestra lucha, para que su madre no tenga que volver a montar guardia tras la verja.