Me llamo Gabi, tengo 25 años y soy un chico trans. Actualmente trabajo como camarero y fuera de mi jornada laboral me dedico a la divulgación del colectivo LGTBIQ+ a través de mis redes sociales. 

Personalmente, veo muy difícil que una persona sola llegue al mismo alcance en la vida real que mediante las redes sociales. Por este motivo, exploto esa parte de mí y realizo videos de diferentes formatos, apoyando a la comunidad y reivindicando los derechos que todas las personas necesitamos pero que a este colectivo se le vulneran más. 

Desde que era pequeño, el hecho de ser diferente ha sido motivo para recibir algún que otro comentario. No obstante, no considero ser una víctima de bullying o acoso escolar. A medida que he ido creciendo, si que he tenido que enfrentarme a otro tipo de comentarios provenientes de personas más “cerradas de mente”. 

Lo que me más me sorprende es que, últimamente, me he dado cuenta de que estas personas son de mi edad. Gente con 20-25 años muy extremistas, algo que me preocupa mucho. Es ahí donde me gustaría centrarme. Las instituciones deberían proponer medidas o herramientas que fomenten un tipo de educación donde se visibilice a nuestro colectivo. 

No estamos hablando de “imponer” a lxs niñxs un pensamiento, como muchxs creen. Hablamos de enseñarles a entender que existen diferentes caminos y que todos están bien siempre y cuando no hagas daño a nadie. Ya sea con la identidad de género o la orientación sexual.

Ante esto, como ciudadano y miembro del colectivo, me dirijo a las y los miembros del Parlamento de Canarias, por si me representantes en dicha cámara, para que tengan en cuenta mi consideración y tomen medidas al respecto.