Se trata de que, tanto en el hospital como en el domicilio, la actividad escolar no se interrumpa, asegurando así la continuidad en el desarrollo personal y académico y evitando un posible desfase
Buenas tardes, gracias por hacernos llegar su pregunta a través del senador Carles Mulet tras formularla en Osoigo.
En relación con la pregunta de referencia, se informa que la educación inclusiva es adoptada como un principio que sustenta el nuevo marco normativo de la educación, establecido por la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOMLOE).
Esta norma quiere dar respuesta educativa a todos los alumnos y alumnas a partir de tal enfoque, entendiendo que únicamente de ese modo se garantiza el desarrollo de todos, se favorece la equidad y se contribuye a una mayor cohesión social.
El artículo 1.a bis) de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), establece como principio del sistema educativo español «La calidad de la educación para todo el alumnado, sin que exista discriminación alguna por razón de nacimiento, sexo, origen racial, étnico o geográfico, discapacidad, edad, enfermedad, religión o creencias, orientación sexual o identidad sexual o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Respecto a la enseñanza básica, cabe señalar que el artículo 4.3 de la LOE, modificado por la LOMLOE, establece que «Se adoptará la educación inclusiva como principio fundamental, con el fin de atender a la diversidad de las necesidades de todo el alumnado, tanto del que tiene especiales dificultades de aprendizaje como del que tiene mayor capacidad y motivación para aprender. Cuando tal diversidad lo requiera, se adoptarán las medidas organizativas, metodológicas y curriculares pertinentes, según lo dispuesto en la presente ley, conforme a los principios del Diseño Universal de Aprendizaje, garantizando en todo caso los derechos de la infancia y facilitando el acceso a los apoyos que el alumnado requiera».
La LOMLOE incorpora una nueva redacción al artículo 71.2 de la LOE y establece que «Corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos para que los alumnos que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria por (…) condiciones personales (…) puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado”.
A su vez, el artículo 72.5 de la LOE recoge que “las Administraciones educativas podrán colaborar con otras Administraciones o entidades públicas o privadas, instituciones o asociaciones, para facilitar la escolarización, una mejor incorporación de este alumnado al centro educativo, la promoción del éxito educativo y la prevención del abandono escolar».
La atención educativa incluye al centro escolar durante un tiempo prolongado. Las aulas hospitalarias son espacios de aprendizaje que la Administración educativa y sanitaria pone a disposición de la población en edad de escolarización obligatoria (en la mayoría de los casos, también se incluye el segundo ciclo de Educación Infantil y el Bachillerato), cuando esta atraviesa una situación de enfermedad.
Se trata de que, tanto en el hospital como en el domicilio, la actividad escolar no se interrumpa, asegurando así la continuidad en el desarrollo personal y académico y evitando un posible desfase escolar. Los servicios de atención escolar hospitalaria y domiciliaria están atendidos por docentes, que proporcionan atención educativa al alumnado hospitalizado.
Puesto que los procesos de organización y gestión de los recursos y atención educativa son competencia de las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Educación y Formacion Profesional en su ámbito territorial, cada Administración educativa organiza el sistema de atención al alumnado que, por sus condiciones personales de salud, no puede asistir a un centro educativo.
Por último, cabe informar que las Comunidades Autónomas han dictado normativa que regula la atención educativa de este alumnado y la atención de necesidades del alumnado convaleciente en su domicilio tras estar enfermo, ser intervenido quirúrgicamente o cualquier otra situación sobrevenida.
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Su uniforme es un pijama, su aula está en un hospital y comparten horas lectivas con pruebas médicas, revisiones, estancias en la UCI… Es por ello que su jornada escolar es menor, 2 horas y media, pero la ilusión con la que acuden al aula para estar con sus compañeros, aprender y trabajar, son como las de cualquier otro alumno más. Así es como lo sienten y como lo quieren demostrar, normalizando y humanizando las aulas hospitalarias para la sociedad.
Con actividades y celebraciones como las de cualquier otro centro educativo: Día del libro, Carnaval, Día de la Paz… pero la cosa se complica cuando el nivel de estudios alcanza la secundaria, porque el seguimiento en los contenidos es más complicado para los alumnos que han permanecidos ingresados durante semanas, meses e inclusos años en el hospital. Tratamientos oncológicos, diálisis, trasplantes, secuelas por cirugías, han pasado tanto tiempo alejados de las clases ordinarias, que cuando se incorporan necesitan tiempo y adaptación para adecuarse al nivel que se les exige.
Es por ello que realizamos esta petición, para que el alumnado de las aulas hospitalarias no sea excluido del proyecto educativo y se fomente su inclusión con:
- Adaptación de los contenidos para alumnos hospitalizados de larga duración, para que puedan acceder al bachiller, titulación a la E.S.O o las pruebas de la EvAU.
- Profesores de apoyo para atender a niños con necesidades especiales ingresados (IL, PT…)
Si su salud les ha obligado a restringir sus horas de aprendizaje, ¡ayudémosles!, el sistema no puede desanimarles a no cumplir sus sueños en la vida, es él el que tiene que adaptarse a sus necesidades, y si el COVID consiguió que la metodología y las evaluaciones se modificasen porque los alumnos no podían acudir a clase, hagamos lo mismo por la igualdad de los niños hospitalizados, dotémosles de las herramientas y los maestros que necesitan acordes a sus necesidades como en cualquier centro escolar, y DIBUJAREMOS SONRISAS.
Es un alumnado que se adapta al ritmo del día a día en un aula hospitalaria:
- A las 8 y media una profesora saca la lista de alumnos ingresados esa jornada.
- Se seleccionan por patologías, tratamientos, edad
- Y la clase no comienza hasta las 10:00. Porque los médicos pasan consulta y habrá alumnos que no puedan asistir porque la quimioterapia les ha sentado mal, no se encuentren bien, no puedan salir de la habitación…
El alumnado cambia diariamente, pero no sus ganas de aprender. Se han llegado a meter camas en el aula porque querían asistir y no se podían mover, se ha acudido la UCI para hacer experimentos, y todo lo que sea necesario porque ellos quieren continuar su aprendizaje como un alumno más. Están ansiosos por querer curarse, volver pronto a casa con la familia, reunirse con sus amigos y acudir a clase con sus compañeros de escuela para hacer lo mismo que ellos en la medida de lo posible.
Todavía no es muy común, pero disfrutarían mucho si los centros educativos compartiesen las actividades que realizan con las aulas hospitalarias. Sería muy bonito que los colegios de la zona adquiriesen el compromiso de poder dejarnos sus exposiciones, trabajos, representaciones, vídeos de experimentos… para que podamos mostrarlos en el hospital. Allí no se pueden realizan por falta de tiempo, y todos esos proyectos a nuestros alumnos con pijama les gusta, porque aprenden divirtiéndose y les entretiene
Nosotros no dejaremos de luchar por ellos, por esa normalidad y humanización de las aulas hospitalarias. No queremos que pierdan ese interés y energía por aprender cuando vuelvan a incorporarse al modelo educativo actual. Ellos quieren resultados y que se les ayude en su día a día para aprender y disfrutar y conseguir las metas que se propongan.
Por eso los límites no se los puede poner la educación ni la sociedad, porque para ellos la palabra Imposible no existe, y eso lo demuestran constantemente.