Pregunta para Congreso de los diputados
Los Especialistas en Infancia y Adolescencia alzamos la voz por una educación y una sanidad libre de estrés tóxico
Los Especialistas en Infancia y Adolescencia queremos luchar por una educación y una sanidad libre de estrés tóxico para la infancia y la adolescencia. Por ello, hemos realizado un manifiesto que, tras 5 días desde su publicación, lleva más de 2.000 firmas de profesionales que queremos levantar la voz instando a las Administraciones Públicas a que asuman la responsabilidad de velar por el desarrollo de la infancia.
A causa de las medidas restrictivas que se impusieron y siguen vigentes desde el comienzo de la pandemia, se ha dado un repunte significativo de la incidencia de trastornos de salud mental entre la población infanto-juvenil debido al estrés agudo o crónico que mucha de esta población ha sufrido y/o sigue sufriendo. Por ello, con nuestro manifiesto queremos promover un plan de prevención y respuesta para preservar la salud mental de los niños y niñas, así como el buen trato como personas con pleno derecho y necesidades.
Un ejemplo de una medida que podría ser perjudicial es el uso de las mascarillas en centros escolares. Los niños de primera infancia —sobre todo, entre los 0 y los 3 años— necesitan entender el rostro humano, tener ese contacto para tener seguridad y cuando esto no se da sus niveles de estrés tienen grandes repercusiones en su desarrollo, con severas implicaciones para su futuro. Por eso es importante tener en cuenta sus necesidades específicas, que tan a menudo pasan desapercibidas al mundo adulto.
Hay ciertas decisiones que tuvieron sentido en otro momento, para evitar contagios y salvar vidas, pero actualmente y con el bajo índice de contagios en el que nos encontramos hay muchas que no se sostienen y es fundamental que se valoren.
Pero no es solo el uso de la mascarilla si no la acumulación de medidas que están dañando a la infancia. Los niños son flexibles y se adaptan a las situaciones pero cuando les restringen una y otra vez las opciones y los recursos que les aportan calma y seguridad, en muchas ocasiones tienen una sensación sentida de amenaza y/o aislamiento que, de ser sostenida en el tiempo, puede desencadenar cotas inasumibles de estrés tóxico para un sistema nervioso en crecimiento, produciendo alteraciones o incluso daños a nivel de la estructura y función cerebral, que pueden condicionar el desarrollo y el aprendizaje, las relaciones, la salud física y la salud mental de la persona.
Las necesidades de la infancia no siempre se corresponden con las de los adultos. Las Administraciones tienen que considerar en sus decisiones el impacto que estas medidas pueden tener a corto, medio o largo plazo en la vida de los niños y niñas. Por ello queremos dirigirnos a los miembros del Congreso de los Diputados. Es fundamental que se reactive un debate que permita promover la protección para las personas menores de edad considerando que su desarrollo y su salud física y mental pueden ser sensiblemente perjudicadas.
LINK DIRECTO AL MANIFIESTO:
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