¿Cuál es el futuro del PSE-EE?
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Hacer que la política vasca se centre en la agenda social y no en la soberanista
19.10.2016
Hola Iñigo:
Gracias por tu análisis y por tu preocupación por el futuro de nuestro partido.
Desde luego, es evidente que no estamos pasando por nuestro mejor momento, ni en Euskadi, ni en el conjunto de España.
No voy a incidir aquí en los porqués de esta situación. Son muchos los análisis que he hecho a este respecto en las últimas semanas y seguro que los has podido escuchar o leer en los medios.
Prefiero mirar al futuro. Prefiero apelar a lo que podemos hacer como partido. A la responsabilidad que tenemos con nuestros votantes y con todos aquellos ciudadanos vascos y vascas que, sin habernos votado, siguen necesitando a un Partido Socialista fuerte e influyente en Euskadi, para que la política vasca se centre en los verdaderos problemas de la gente, para poner el autogobierno al servicio de las personas, para sacar el máximo partido a las herramientas de redistribución de las que disponemos (el sistema tributario, las políticas sociales…) y usarlas para derribar las barreras sociales, económicas, o laborales que día a día siguen creciendo a nuestro alrededor.
Somos el Partido de la construcción de los servicios públicos en Euskadi y en España, de la extensión de derechos, de las políticas de empleo e industriales dignas de ese nombre que se han hecho en Euskadi, del fin del terrorismo…
Somos un gran Partido y yo soy su Secretaria General. Y pienso dedicar todo mi esfuerzo y toda mi capacidad (lo mismo con 9 que con 29 parlamentarios) a luchar para construir una Euskadi más justa y solidaria.
Un saludo
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Pregunta
¿Cuál es el futuro del PSE-EE?
Estimada Idoia, el resultado de las elecciones autonómicas me desalienta mucho. No creo que sea justo que el partido de Perezagua, Prieto, Rubial o Buesa esté teniendo estos resultados continuos. No creo que sea justo, y sin embargo ocurre. Pero considero que la gente no se deja arrastrar por la melancolía y, con razón, no va a votar a un partido por su pasado. Un partido debe ofrecer presente y futuro. En ese sentido, más allá de la gestión es evidente que el PNV ha hecho un trabajo de proselitismo político y fomento de su marca muy notable durante los últimos 40 años. Ahí está la situación de la margen izquierda para entenderlo, por ejemplo.
¿Y qué ha hecho el PSE para mantenerse en sus feudos y tradicionales lugares? Ayer el PSE perdió en Barakaldo, en Santurtzi, en Portugalete, en Eibar. ¡Perdió en Ermua! Sólo mantiene el segundo puesto en pueblos muy ligados al partido, como Ermua o Portugalete. También, lo cual es interesante, en Basauri (aunque muy lejos del PNV). Sólo ha ganado, por cuatro votos, en Lasarte. No desvinculo el drama de la violencia que ha perseguido al PSE de su dificultad para mantenerse, pero en los últimos cinco años el partido ha pasado a ser prácticamente residual en municipios importantísimos como Bilbao.
Siento que el clima social contra el PSE es notorio. Hay un rechazo explícito a la marca, cosa totalmente injusta por el trabajo que gente como Buesa, Jáuregui, López, Eguiguren o Rubial han hecho por Euskadi en las últimas décadas. ¿Por qué ocurre esto? Se achaca a la marca del PSE la corrupción en Andalucía y los desafueros del partido a nivel nacional. Esto es también injusto. El PSE crece tradicionalmente cuando crece el PSOE, pero a estas alturas siento que el PSOE perjudica mucho al PSE.
La pregunta es: ¿puede el PSE hacer algo por remontar? ¿O está condenado a la irrelevancia actual o, peor aún, a la desaparición tras casi un siglo y medio de presencia en Euskadi? ¿Qué ha hecho el PNV para crecer y el PSE para decrecer? Quizá sea momento de parar un rato y hacerse estas preguntas. Hago esta reflexión desde el desaliento.
¿Y sabes qué es lo peor de todo? Creo que el PNV, en la gestión, no lo hará nada mal en estos cuatro años. ¡Ojalá otras comunidades autónomas gobernadas por el PSOE o el PP pudieran decir lo mismo! Pero es necesario salir y gritar a los cuatro vientos que la gestión vasca, en el Gobierno, en las diputaciones y ayuntamientos, es también marca del PSE. Y esto no se siente en las calles.
