Hola Gerardo:

La verdad es que no puedo evitar sorprenderme por esas generalizaciones a las que me veo sometida simplemente porque sea la Secretaria General del PSE-EE. ¿Acaso crees que las personas que manifestamos nuestro compromiso político con la afiliación a un partido político somos de Marte?

Yo decidí comprometerme con la política en Euskadi en el año 1993, con 27 años. No era un año fácil para los socialistas españoles y mucho menos para los socialistas vascos, que nos jugábamos la vida sólo con afiliarnos.

Pero con mi decisión, buscaba apoyar la posibilidad de que en Euskadi se creara una mayoría social que por un lado defendiera los valores de solidaridad e igualdad, al mismo tiempo que defendía la democracia frente a los que asesinaban solo por pensar diferente.

Y debo decirte que yo desde muy joven me he intentado ganar la vida: primero, en tiempos de estudiante de BUP y COU, dando clases particulares y después, en tiempos de la universidad, como azafata de congresos. He trabajado para diversas ETTs, por lo que sé muy bien lo que es tener largas jornadas, y tener un bajo salario, muy por debajo de la cualificación que en realidad te piden para ese trabajo.

He trabajado de becaria en la Comisión Europea, he tenido contratos temporales en algunas consultoras internacionales y he trabajado muchos años como profesional liberal, de abogada en mi ciudad, en Bilbao. Sé lo difícil que es levantar la persiana de un negocio, lo sola que te sientes.

Respecto a los tiempos de dictadura, yo no puedo hablar de mí porque cuando murió Franco yo solo tenía 10 años.

Pero puedo recordar a los miles de milicianos socialistas que sufrieron destierro y  cárcel durante todos los años de la dictadura y que, sin embargo, en 1977 supieron mirar al futuro y no dedicarse a pasar facturas, buscaron lugares de encuentro entre todas las fuerzas políticas y construyeron la Constitución de 1978 y en Euskadi el Estatuto de Gernika de 1979.

Mi ejemplo siempre será Ramón Rubial, que luchó en la Guerra Civil de 1936 , sufrió cárcel durante más de 20 años y exilio y sin embargo supo con generosidad construir el futuro que es hoy nuestro presente, del que disfrutamos. La libertad.

Gracias por darme la oportunidad de dirigirme a ti.