Pregunta para Congreso de los diputados
Solicito desde aquí que la salud mental se trate de forma prioritaria en la financiación pública y dentro de los presupuestos generales del Estado.
Solicito que se estimen los recursos necesarios para que cualquier ciudadano que presente trastornos depresivos, ansiedad, o cualquier otra patología médica relacionada con la salud mental pueda ser tratado por los profesionales médicos adecuados y de forma inmediata, y que se destinen dichos recursos para que así sea.
La precarización y la falta de presupuesto en la atención a la salud mental en España cuesta vidas a diario. Nos encontramos ante un problema silenciado, ante el que ni los enfermos ni sus cuidadores, familiares o allegados disponen de herramientas eficaces para enfrentarlo. La atención médica que ofrece la sanidad pública no aborda el problema en profundidad puesto que carece del número de profesionales y de los recursos necesarios para ello. Se vive en nuestro país una situación alarmante en la que multitud de pacientes, o bien no solicitan ayuda médica porque desconocen los canales adecuados para ello o sienten vergüenza de compartir o de expresar su dolencia, o bien sí llegan a solicitarla pero no encuentran en la atención médica pública una solución a sus dolencias.
La salud mental es salud, y como tal debe ser abordada. Proponemos para ello medidas concretas:
- Es urgente un incremento de la inversión, tanto en tratamientos como en prevención: al menos duplicar el número de psicólogos clínicos, enfermeros y otros especialistas con el objetivo de acercar a nuestro país a los estándares europeos y reducir las listas de espera. Los psicólogos clínicos deben además especializarse en la detección de ideación suicida y en la prevención del suicidio, fatal desenlace de personas con trastornos depresivos.
- Es necesaria la presencia de campañas en medios de comunicación nacionales que combatan el silencio social que rodea a la salud mental en nuestro país, que aborden esta problemática y que faciliten canales de comunicación directos para que los pacientes puedan recibir una primera atención y sean derivados a los centros de salud correspondientes en cada caso, del mismo modo que se realiza, por ejemplo, con las mujeres maltratadas a través del teléfono 016.
- La forma más temprana de prevención es la educación. Es fundamental, por tanto, incluir en el sistema educativo español un temario adecuado relacionado con la salud mental, para definir y normalizar la existencia de estas patologías, saber detectarlas y educar a los niños en herramientas que les permitan enfrentarse a sus propias emociones y a las emociones ajenas.
- Apertura de centros y pabellones de internamiento para la atención psicológica y psiquiátrica que, de forma gratuita, traten a pacientes con trastornos mentales y/o adicciones, ambas situaciones estrechamente relacionadas como causa y efecto en uno y otro sentido.
Según el último barómetro del CIS, 6 de cada 10 españoles tienen síntomas de depresión y ansiedad. En España se quitan la vida una media de 10 personas al día. La pandemia y las medidas excepcionales aplicadas con motivo de la misma han agravado de forma severa la situación, especialmente entre los más jóvenes. El suicidio fue la primera causa externa de muerte durante el primer semestre de 2020, según el Instituto Nacional de Estadística. La salud mental afecta a un porcentaje elevado de la población y tiene un fatal desenlace en numerosas ocasiones, muchas de las cuales se podrían evitar con la atención adecuada.
Es urgente que desde las instituciones y los órganos de poder se tomen medidas para paliar esta situación. Pido por ello vuestra colaboración para que esta petición llegue al Congreso de los Diputados, para que se apliquen estas y otras medidas de forma inmediata y para que se conciencie sobre esta necesaria lucha contra un problema que afecta a millones de personas en este país, a sus familias y a sus seres queridos. Luchemos contra el estigma social, contra el silencio y contra la incomprensión, ayudemos a los enfermos y cuidémonos.
Gracias por vuestro apoyo y vuestra colaboración.
Ignacio Pérez Rey