Pregunta para Senado

Llevo tres años luchando contra el acoso laboral que ejercían sobre mí mis superiores. ¿Por qué no se nos dan más facilidades a las víctimas de mobbing para que podamos salir del infierno que vivimos en nuestro trabajo?

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Ingrid . Pregunta de Ingrid .

Hola, me llamo Ingrid y escribo este texto en Osoigo para dar visibilidad a una lacra que está muy presente en el mundo laboral: el mobbing. ¿Qué es esto? Es una manera de ejercer acoso laboral sobre un trabajador para hacerle la rutina en el puesto de trabajo lo más difícil posible. En mi caso, así fue. 

Todo empezó en 2019 y de manera sútil, como suele pasar en casi todos los casos. Primero fue una broma sobre mi vestimenta y, a partir de ahí, esta broma se tradujo en comentarios diarios sobre mi forma de ser, mi cuerpo, mis uñas…Se volvió una pesadilla. Además, mi superior era un hombre machista que hacía comentarios fuera de lugar y que parecían no escandalizar a nadie de la oficina, mientras yo me revolvía por dentro. 

Normalmente, el mobbing se ejecuta para conseguir que un trabajador deje su puesto de trabajo y así no tener que ofrecerle compensación económica por despido. Yo considero o, al menos, siempre pensé que este no era mi caso y no lo hacían para que me fuera. Lo hacían (no solo era mi superior, sino que también estaba otra  compañera que se sumaba a los insultos) por abuso de poder. 

A nivel de salud mental, la situación me afectó muchísimo y tuve que recurrir a terapia psicológica. Padecía insomnio, ansiedad, temblores repentinos y miedo de ir a mi puesto de trabajo. Por todo esto, a finales del año pasado decidí ir al médico, donde inmediatamente me dieron la baja laboral durante 4 meses. Al poco de tener la baja laboral, decidí consultar con un abogado las opciones que tenía para salir del infierno que suponía mi puesto de trabajo y no quedarme con “una mano delante y otra detrás”, como se suele decir.  Finalmente, decidimos interponer una demanda judicial y nos comunicaron que el juicio no se llevaría a cabo hasta los nueve meses después de mi reincorporación a la empresa. Intenté alargar más la baja porque no me veía preparada para sufrir otra vez acoso laboral (en realidad, nunca se está preparada para tal cosa). Aun así, el Tribunal Médico no tuvo en cuenta todo el historial de mi caso y decidió que tenía que empezar a trabajar otra vez. Nadie que no no lo haya vivido se puede imaginar lo que es ir a trabajar teniendo un proceso judicial abierto contra tus superiores… 

Ahora, parece que todo ha acabado. La empresa ha llegado a un acuerdo conmigo, por lo que hemos decidido frenar el juicio y yo ya no tendré que volver más a esa oficina.  Tras tres años de sufrimiento, por fin veo la luz. Aun así, me gustaría que estos casos no queden en el olvido. El mobbing está presente en muchas empresas y hay que luchar para hacerle frente. En Madrid, gracias a la Asociación Contra el Mobbing, acudo a una psicóloga que me ofrece el acompañamiento que necesito para superar esta terrible etapa. Gracias a asociaciones como estas la esperanza de las víctimas de acoso aumenta.

Los trabajadores que pasamos por situaciones así, nos sentimos desprotegidos ante el tribunal médico, sindicatos y asociaciones. Tampoco hay un servicio público de salud mental que cuente con todas las garantías. Y ya ni hablar de la mutua…

¿Cuándo se va a tomar en serio el acoso laboral o mobbing?¿Cuándo se va a proteger laboral y judicialmente a los trabajadores que sufren estas situaciones?

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