Pregunta para Parlamento de Catalunya
Soy Íñigo, artista multidisciplinar disca. Encima del escenario rompo con los estereotipos de la discapacidad, pero como espectador, sigo encontrando barreras para disfrutar del ocio en compañía ¿Cuándo será accesible el arte para disfrutarlo en igualdad?
Kaixo! Soy Iñigo, actor, performer y escritor de origen vasco con diagnóstico de osteogénesis imperfecta, la enfermedad de los huesos de cristal, además de usuario de silla de ruedas. Hace 9 años, me trasladé a vivir a Barcelona, y allí conocí mi pasión por el arte comenzando por la danza. Esa de la que yo tenía un concepto normativo, exclusivo para quienes hacían ballet, y en la que encontré una comunidad que hacía arte con gente invidente, tetra… y diferentes capacidades.
Esa expresión corporal de la danza, es la que me ayudó a reconciliarme con mi cuerpo desde otro lugar, a aceptarlo, quererlo, no esconderlo e iniciarme en el baile que siempre me había dado mucha vergüenza. También comencé a elaborar propuestas de carácter divulgativo, vivencial y práctico, desde una mirada anticapacitista, para promover la integración social de las personas con discapacidad.
Y es por este motivo que lanzo esta petición. Porque cuando hago una performance, un proyecto audiovisual… siento que estoy haciendo política y rompiendo los estereotipos, sin embargo, como espectador, sentimos que el ocio y la cultura nos están vetados por ilógicas barreras que ya se inician desde la compra de entradas. Primero porque tenemos que contactar por email o teléfono para saber si podemos tener acceso a la sala y hay asientos, una vez allí, la frustración de ver que se dirigen al acompañante, y no a nosotros, y por último, tener dificultades en poder ver bien el espectáculo porque te colocan muy cerca, o muy lejos, donde parecemos estorbar menos.
En definitiva, no incluir. Que se nos está integrando sí, pero necesitamos estar en contacto con la gente y compartir experiencias en común durante el evento, para sentirnos verdaderamente incluidos.
El arte, es un mundo precioso de conocimiento del que todos deberíamos formar parte, y a mi, personalmente, me cambió la vida. Comienzo a valorarme, a iniciar una relación sentimental afectivo sexual, (la gente considera que somos angelitos asexuados), y esa mochila de la discapacidad con la que cargo, está, pero menos pesada.
Durante la pandemia escribí mi primer libro de ficción “Una Quimera de vida”,doy conferencias, divulgo… y no paro de soñar, porque en esta realidad, mi enfermedad sigue modificando mi cuerpo y mis habilidades, y yo, me veo en la obligación de aceptar esos cambios como nuevos horizontes que puedo afrontar.
Así, he sido un camaleón toda mi vida, asimilando los cambios de mi cuerpo, de una forma sensata, sin ser negativo, sin derrumbarme.
Y ahora desde el arte, lo puedo llegar a verbaliza, reivindicar el impulso de las personas con discapacidad en el mundo real, como en mi perfil de instagram @inigolaudio, para que se nos tenga en cuenta en todos los aspectos, incluido el sexual, que no se nos infantilice, no se nos juzgue por el aspecto físico, y si nos cuesta comunicarnos, se haga el esfuerzo es escucharnos sin etiquetarnos con un retraso cognitivo que podemos no tener. Esas miradas hechas desde la extrañeza, como si fuésemos seres de otro plante, duelen, generan frustración, y/o te ríes, o puedes llegar a pasarlo muy mal.
Por eso, queremos que la visión sobre la discapacidad se naturalice, y si ya es factible reivindicarlo sobre los escenarios, necesitamos que el acceso como público se facilite aún más. Comunidad, ¿me ayudáis a conseguirlo con vuestro apoyo y difusión a esta petición?