Feminismo y políticas feministas para luchar contra el patriarcado
Entiendo que la falta de mujeres en los puestos de salida de las candidaturas se debe a varios factores, que tienen más relación desde mi punto de vista con la estructura patriarcal existente en nuestra sociedad, más que con el partido político en sí.
1. Por un lado hay que atajar la distinta socialización de mujeres y hombres. Sabemos que existe una cultura de exclusión de las mujeres de la esfera pública, una cultura que las enseña a no estar en puestos de poder, una cultura que las excluye de los ámbitos de decisión. Esto provoca que a una mujer le cueste más participar en asambleas, en debates y por supuesto le cueste mucho más dar el paso de encabezar una candidatura. Para atajar esto, desde lo interno en IU-UP trabajamos seriamente en una formación feminista. Sabemos que tanto los y las militantes estamos viciados/as por roles que adquirimos en nuestra sociedad patriarcal y que bebemos desde pequeños/as, pero nos esforzamos por formarnos de manera continua en una educación feminista. Creemos que asumir estos valores es muy importante para que los hombres vayamos aprendiendo a desempoderarnos, quitarnos privilegios y saber cuando hay que dar un paso atrás, y para que las mujeres hagan su propio proceso de empoderamiento y se animen a participar en primera línea de la política.
Además, creo que tampoco hay que olvidar que en nuestra sociedad, al no educar a las mujeres a participar activamente en la esfera pública, supone que aquellas mujeres que sí lo hacen se sientan más inseguras, y tengan menos confianza en sí mismas y en sus capacidades. Los medios de comunicación tampoco ayudan porque cuestionan mucho más a las mujeres y su liderazgo que a los hombres, y prueba de ello es que a una mujer se le mira con lupa hasta los zapatos que lleva cuando va a dar una rueda de prensa.
2. También está el factor de que las mujeres en política suelen permanecer poco más de una candidatura mientras que los hombres permanecen más tiempo. Esto no es baladí porque da la imagen de que a una mujer la puedes ir rotando (como que está para cumplir una cuota) mientras que un hombre que empieza en política es prácticamente insustituible. Y esto atañe de manera directa a lo que he comentado antes, influye en la falta de confianza de una mujer e influye indudablemente en que sea más difícil en dichas condiciones que una mujer pueda constituir un liderazgo serio. En IU-UP defendemos la discriminación positiva, pero nuestras mujeres desde luego no son cuotas. Aun así y asumiendo la autocrítica porque el resultado de las elecciones primarias abiertas ha sido el que ha sido en IU la dirección es de mayoría femenina y en el caso de Ezker Anitza en Euskadi igual.
3. Por otro lado, está el tema de la conciliación familiar y laboral. Seguramente una mujer dude más en dar el paso a encabezar una candidatura porque ello supone la dedicación completa a la política. Supone estar disponible a todas horas, también por la noche en caso de tener que hacer algún debate o reunirte con alguien. Si es la mujer quien lleva el peso en el hogar, esto se torna imposible. Muy probablemente tener un compañero o compañera que se responsabilice también en casa del trabajo de los cuidados, marcará la diferencia. Desde IU-UP entendemos que atajar esta situación es voluntad política: sí se pueden implementar políticas de corresponsabilidad, sí se pueden poner en marcha permisos de maternidad pero también de paternidad para que cuando una pareja tenga un bebé ambas personas se responsabilicen del niño/a y esto no suponga una mayor discriminación para la mujer; también se puede sensibilizar de este problema desde las escuelas para que la juventud crezca con un cambio de valores... Hoy en día asumimos que no es una realidad y que hay que seguir peleando por un reparto equitativo del trabajo reproductivo y de los cuidados entre hombres y mujeres... pero no dudamos que es una cuestión de voluntad política. En ello pondremos todo nuestro empeño como el de mejorar las propias estructuras internas, el formato de las reuniones, horarios etc.
4. Además y por último, está claro que hay sectores claramente feminizados: la educación primaria, la enfermería... sobre todo aquellos sectores que suponen estar al cuidado de otras personas. Son los que históricamente se han atribuido a las mujeres. Pero la política siempre se ha atribuido a los hombres, a la lucha de poder. La participación de mujeres en aquellos sectores donde normalmente no están incluidas (como la política) así como la inclusión de hombres en aquellos otros donde no están (los ya mencionados antes) pasa por ir a la raíz del problema: en IU-UP tenemos muy claro que para vivir en una sociedad más igualitaria entre mujeres y hombres pasa por estar presentes en la lucha feminista, por luchar por acabar con esta sociedad patriarcal que discrimina a las mujeres sólo por el hecho de ser mujeres.
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