Soy Isabelle y tengo 'Long' Covid/ Covid-19 'persistente' y ya no puedo trabajar como antes, ¿cuándo tendré los derechos laborales que merezco por esta enfermedad crónica?
Hasta en tres ocasiones se han debatido en el Parlamento propuestas relacionadas con la Long Covid. Las posiciones que hemos defendido desde el espacio de Elkarrekin es que en primer lugar, debe primar el rigor científico en esta cuestión. Hemos defendido que no se debe simplificar el problema por el mero hecho de que no se conozca adecuadamente el alcance de la enfermedad ni de los efectos a largo plazo que causa, por lo que insistimos una y otra vez en la formación del personal sanitario al respecto de la enfermedad para poder atender a los pacientes adecuadamente. Ligado a esto, propusimos asegurar el itinerario asistencial para que todo paciente reciba la atención adecuada, estableciendo también una colaboración entre comunidades autónomas de modo que podamos aprovechar el conocimiento de unas y otras para poder dar el mejor servicio. Pero una gran preocupación para nuestra coalición ha sido el tema de los problemas laborales que acarrea una enfermedad persistente, como así se lo hicimos saber a los representantes del colectivo COVID persistente de Euskal Herria cuando comparecieron el 9 de diciembre de 2020 ante la comisión de salud. Asímismo, en las distintas iniciativas presentadas, hemos incidido en la necesidad de incrementar la defensa de los derechos laborales reconociendo las bajas por enfermedad. Lamentablemente, con la fuerza que hemos tenido durante estos años en el Parlamento, no hemos sido capaces de arrancar este compromiso que nos parece fundamental para la clase trabajadora.
PreguntaSoy Isabelle y tengo 'Long' Covid/ Covid-19 'persistente' y ya no puedo trabajar como antes, ¿cuándo tendré los derechos laborales que merezco por esta enfermedad crónica?
Hola, me llamo Isabelle y desde hace un par de años convivo con la Covid-19 y estoy diagnosticada con esta enfermedad crónica llamada 'Long' Covid.
Iniciamos esta petición para pedir a las instituciones que la enfermedad de Covid-19,causada por el virus SARS-CoV-2 (nuevo coronavirus), sea reconocida de forma integral como una enfermedad multisistémica crónica que requiere un abordaje multidisciplinar y holístico que permita el cumplimiento de los derechos laborales de toda/o trabajadora/trabajador enferma/o en referencia a incapacidades temporales o bajas y a incapacidades permanentes, cuando éstas terminan y no se puede trabajar.
En mi caso, creo que me contagié el 29 de febrero de 2020 porque el 8 de marzo del mismo año, empecé a encontrarme mal. Fue el 11 de marzo de 2020 cuando la OMS declaró la pandemia y yo ya estaba muy mal.
Así que fui al médico, pero me mandaron inmediatamente para casa para no contagiar porque la fiebre altísima alertaba de que era contagiosa. Llamé al teléfono de emergencia pero no me cogían. Tres días más tarde, conseguí contactar con mi médico de familia y me dijo que me aislara, que tomase paracetamol, agua y zumos. En aquel momento había mucho desconocimiento sobre virus, su capacidad de contagio y el desarrollo de la enfermedad.
Yo convivía sólo con mi hijo de, entonces, 12 años y no quería asustarle, pero estaba fatal.Me estallaba la cabeza y los acúfenos me volvían loca, la garganta parecía estar atravesada por cuchillos, la tos me cortaba la respiración, se me caían mechones de pelo en la ducha, la fiebre producía temblores, los mareos y náuseas causaban tambaleo, perdí el olfato y el gusto... me encontraba muy mal.
Estaba muy asustada, sin saber si me daría un ictus, si no me levantaría al día siguiente, si mi hijo tendría que pasar por eso... Mi médico me derivó al hospital para controlar el daño al pulmón y allí, nada más verme, se pusieron los EPIs y me aislaron en la 'sala de sucias/os' porque estaba muy mal. En ese momento la PCR, después de un mes, era negativa pero la enfermedad seguía, los síntomas no habían cesado. Me realizaron una serología que confirmó el diagnóstico de Covid-19. Seguí aislada en mi casa no sólo por mi mal estado y por las restricciones sino porque les parecía que podía seguir contagiada. Estuve 53 días de fase aguda.
A partir de ahí, y con dos reinfecciones en diciembre de 2021 y enero de 2022, esta trayectoria descendente hacia un estado crónico de 'no salud', 'Long Covid, es una constante lucha por ser la antigua versión de mí misma y vivir en lugar de sólo estar viva.
Tengo 52 años, jamás he estado seriamente enferma, nadaba muchísimo y 'la casa no se me caía encima'. Ahora me cuesta coger algo del suelo porque necesito las manos de alguien para reincorporarme.
Llevo meses sin abrir mi portátil por los dolores osteomusculares, las migrañas, la fotofobia… lo que me impide hacer mi trabajo. Soy correctora ortotipográfica y de estilo, labor que exige minuciosidad, concentración extrema, horas con la misma postura corporal y visión impecable: esta enfermedad me impide hacer mi trabajo. Antes corregía cuatro libros en un mes, ahora soy incapaz y ese sentimiento me secuestra el alma porque amo mi profesión; por ese motivo cogí la baja laboral. Los acúfenos insoportables y las neuropatías no me dejan dormir. Vivo sin batería cada día.
Esta enfermedad tiene un presente demoledor y un futuro incierto. De momento no hay ninguna cura ni tratamiento medicinal. No sabemos cómo vamos a salir de este túnel de 2 años y medio y si podremos volver a trabajar algún día. Necesitamos soluciones y /o alternativas para poder vivir con dignidad y poder seguir pagando las facturas.
LaAsociación Long Covid Euskal Herria, se creó para apoyarnos y pelear juntas/os contra el abandono de quien nos mira pero no nos ve y la inquietud que nos genera la enfermedad y la desidia por entendernos y ayudarnos.
Esta asociación la formamos enfermas/os crónicas/os de Covid-19 ('Long' Covid) en Euskal Herria. Muchas personas, tras pasar la fase aguda de la infección por SARS-CoV-2, continuamos presentando signos y síntomas de la enfermedad Covid-19 y entramos en una fase de cronicidad.
Es por ello, que pedimos al Parlamento Vasco que esta enfermedad se reconozca como crónica para poder acceder a una baja laboral o a una incapacidad laboral como si de otra enfermedad se tratase. Su nueva aparición no puede ser un argumento ni una excusa para dejarnos a nuestra suerte. Nuestro horizonte está borroso y la preocupación nos debilita.
Las/os pacientes necesitamos que se respeten y aseguren nuestros derechos laborales.
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