Mi nombre es Inmaculada y soy enfermera en el Hospital Puerto de Hierro, en Madrid. Llegué a Madrid en Octubre del año pasado, y rápidamente empecé a trabajar en ese hospital puesto que necesitaban personas urgentemente.

El pasado  7 de enero por la tarde recibí una llamada en número privado. Era una administrativa del hospital Puerto de Hierro que me informó que el día siguiente, a las 8 de la mañana, debería de estar trabajando en el Hospital Isabel Zendal. Me comentó que ese traslado era obligatorio y que negarme supondría una renuncia a mi contrato y ser excluida del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). 

El aviso era de un día para otro, sin previo aviso para la organización y sin comunicármelo por escrito. En mi caso vivía muy lejos del hospital Zendal, tenía todas mis cosas en Puerto de Hierro y justamente ahora había empezado a conocer mejor a mis compañeros. Me estaban quitando de la noche a la mañana todo lo que había conseguido y luchado. No importaba si residía a 68km del hospital, como era mi caso. 

Mi hecho no es un caso aislado, sino que se están haciendo traslados forzosos a cientos de sanitarios al Hospital Zendal, sin previo aviso y con coacciones. Además, se están perjudicando gravemente a los otros hospitales que también van escasos de personal, afectando principalmente a los pacientes, que tendrán cada vez menos personal para atenderlos. 

Hace dos días, el País hacía públicos unos emails donde se especificaba que la Comunidad de Madrid había dado órdenes a los hospitales de la región para que no contrataran sanitarios que hubieran rechazado el puesto en el Hospital Isabel Zendal. Es INADMISIBLE que se nos haga la cruz.

Los sanitarios nos hemos dejado la piel durante estos meses de pandemia, haciendo turnos interminables, sin EPIS, y dándolo todo para la seguridad del país. Es cierto que nuestra prioridad son los pacientes, pero por encima de todo somos personas y merecemos respeto y dignidad. 

No es justo que después de todo, estemos recibiendo amenazas y coacciones que afectarán gravemente a nuestro futuro laboral. 

Un Hospital como el Isabel Zendal necesita de una plantilla de trabajadores propia, y no desplazamientos forzosos de otros hospitales que quedan desmantelados. No se pueden abrir 1000 camas sin tener personal para atender a todos los pacientes.

Desde aquí, hago un llamamiento a los ciudadanos para que muestren su apoyo y apoyen nuestra petición a la Comunidad de Madrid para que terminen con los desplazamientos forzosos de sanitarios. 

Por la Salud Pública, 

¡Esto tiene que parar!

¡Súmate!