Pregunta para Europarlamento
En Ucrania necesitamos ayuda internacional y recursos para poder parar esta situación. ¿Hasta cuándo van a permitir que continúe este tipo de atrocidades?
Mi nombre es Ira, en los últimos sesenta y pico días que lleva la guerra, ha puesto patas arriba nuestras vidas. Mi familia entera vivía en Ucrania, en la ciudad de Kyiv. Los primeros días nos turnamos mi pareja y yo para dormir, así siempre estaríamos al tanto de las noticias. Teníamos la sensación que si te dormías pasaría lo peor. Hemos estado en contacto con mis familiares desde el minuto uno, intentando ayudarles desde aquí.
Primero empezamos yendo a las manifestaciones en Madrid. Pronto comenzamos a organizar recaudaciones entre nuestros amigos y conocidos para hacer compras de ayuda humanitaria. Consiguiendo unos 2.500€ en 2 días aproximadamente. Y desde entonces, hemos seguido ayudando de un modo u otro. Ucrania está sufriendo una de las mayores barbaridades que ha cambiado la vida de todos. Faltan medicamentos, familias separadas, muchos muertos… Hay zonas que están totalmente anexadas y rodeadas por los invasores. No tienen ni alimentos, ni agua potable. Los días de nieve, la gente la tenía que derretir para poder beber algo. Los animales mueren de hambre. Faltan medicamentos para salvar las vidas de los heridos.
En el caso de mi madre, se le estaba acabando el medicamento sin el que su organismo no podía funcionar de manera normal. Tiene una enfermedad autoinmune que se llama poliartritis y necesita una inyección semanal. En Kyiv todas las farmacias estaban cerradas y el medicamento sin stock, así que tuve que pedir a varios médicos conocidos de Madrid la receta y comprarlo aquí. Es cuando decidí irme a la frontera de Polonia con Ucrania, para poder llevar lo más necesario de las recolectas y también asegurarme de que lo de mi madre llegaría a sus manos y no se perdería de camino.
Después de este viaje decidí quedarme en Polonia haciendo varios trabajos de voluntariado, sacando a distancia a la gente de las zonas calientes, ayudando a la gente que llegaba a Polonia con alojamiento y recursos. Tenía miedo de volver a España, a estar lejos, por si en algún momento la situación se complicaba más y mi madre tendría que salir del país. Allí son necesarias la comida enlatada y de larga duración. También, los productos de higiene, productos para mujeres y para bebés.
Los medicamentos se han agotado prácticamente (botiquines de primera ayuda, vendaje, coagulantes, torniquetes, antiinflamatorios, antibióticos, analgésicos, medicamentos para la tensión alta, corazón), en general todo tipo de medicamentos son de ayuda y super importantes que lleguen a Ucrania. Y también, son necesarios los medicamentos para los animales y comida, en mi caso, tenía 27 perros que alimentar, tras mucho esfuerzo mi madre y mi abuela están a salvo con mis perros, pero muchas personas no lo están consiguiendo como mi familia.
Como el caso de mi madre, son muchas las personas en Ucrania que están pasando por esta situación. Por eso, mi pregunta va para el Parlamento Europeo, en Ucrania necesitamos ayuda internacional y recursos para poder parar esta situación. ¿Hasta cuándo van a permitir que continúe este tipo de atrocidades? La situación en las fronteras es muy complicada. El primer mes estaban colapsadas, había colas que duraban días enteros para salir. Allí siempre se encontraban voluntarios repartiendo ayuda necesaria y siempre hay transporte gratuito que lleva a las ciudades con centros habilitados de estancia temporal. Los ucranianos necesitamos ayudas, recursos y una implicación por parte de todos.
En muchas zonas se están quedando sin comida… En el caso de los medicamentos muchos requieren receta. Necesitamos colaboradores de las farmacias y hospitales que tengan la capacidad de donar lo necesario. Necesitamos donaciones, cada día la situación empeora y se necesita más y más ayuda, mientras ya las noticias no son nuevas para nadie y la gente se viene abajo. Por eso, tu firma es fundamental para poder ayudar a todas esas personas que están intentando sobrevivir ante una situación insostenible. Las instituciones tienen que implicarse y parar el sufrimiento de millones de personas.