Pregunta para Senado

Cada vez somos más los jóvenes que padecemos enfermedades de salud mental. ¿Cuándo van a mejorar el servicio público de psicología?

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Irene B Pregunta de Irene B

Hola, me llamo Irene, tengo 20 años y estoy diagnosticada de depresión y ansiedad. Hace aproximadamente cuatro años, cuando empecé a tener síntomas de depresión. Acudí a mi médica de cabecera y me dio cita para el psicólogo, sin embargo, esta no tuvo lugar hasta los cuatro meses. Una vez fui a esa cita, el psicólogo me dijo que no me hacían falta más sesiones, que se me veía bien

Conforme fueron pasando los años, mi situación se fue agravando, ya que tenía una enfermedad que no estaba siendo tratada. Hace un año y medio empezaron los síntomas de la ansiedad y fue entonces cuando decidí acudir a un psicólogo privado. Allí desde el primer momento entendieron mis necesidades y, a día de hoy, he mejorado mucho aunque todavía queda mucho camino por recorrer.

Paralelamente a mi terapia por la vía privada, volví a acudir al médico de la Seguridad Social y me dijeron que tenía, efectivamente, todos los síntomas de padecer depresión y ansiedad. No obstante, me comunicaron que estaban dando cita para los casos graves una vez al mes y para el resto una vez cada tres meses. Esto para nada es viable. Suceden 10 suicidios al día en España y mientras los recursos de la Sanidad Pública escasean tanto que ni siquiera tienen tiempo para atender en condiciones los casos de extrema gravedad. 

Es tan diferente el trato que recibe el paciente por la vía pública y la vía privada que esto hace que sea totalmente injusto para aquellas personas que no se pueden permitir la opción privada y que se quedan en manos de una atención escasa y poco eficiente, ya que las consultas no están personalizadas para cada caso. 

La Seguridad Social tiende mucho a mandar medicación sin llevar mucho seguimiento del paciente. Esto no es nada bueno, ya que la solución es ir a terapia continuada para acabar con el problema de raíz y no tomar medicación como un parche para aliviar los síntomas de manera momentánea. Actualmente, estoy tomando medicación que me mandó la psiquiatra de la Sanidad Pública, con quien me he entendido bastante bien y, además, llevo un seguimiento constante por la vía privada. Con esto quiero decir que no se debe medicar sin hacer un seguimiento, porque el resultado no es el mismo. 

Por otro lado, las personas con problemas de salud mental también tenemos que lidiar con el estigma social que nos persigue de personas “raras”. Incluso en la mayoría de casos se nos culpabiliza por padecer una enfermedad mental. Para acabar con esto, propongo que se hable más de salud mental, en los colegios e institutos, en los puestos de trabajo e incluso en los propios centros de salud. Cada vez somos más las personas jóvenes que padecemos enfermedades relacionadas con la salud mental, por lo que hay que hacer algo para cortar de raíz y que se le de la importancia que requiere. 

La depresión y la ansiedad son enfermedades mentales que si no se tratan adecuadamente pueden afectar a otras partes del cuerpo y desencadenar otras enfermedades físicas. En mi caso, me ha provocado problemas digestivos y he tenido que tratar en repetidas ocasiones gastroenteritis causadas por la ansiedad, que muchas veces provoca que el cuerpo no tolere los alimentos. 

Es necesaria una mayor inversión de fondos en el departamento de psicología de la Sanidad Pública para que de esta manera, todos los pacientes con enfermedades mentales sean atendidos debidamente. También, para diagnosticar de manera temprana las enfermedades y no empezar a tratar cuando ya es demasiado tarde. 

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