Me llamo Irene y hace unos ocho años que tengo un “trastorno por atracón”. Se trata de un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por una ingesta compulsiva de comida de forma recurrente. Hay que diferenciarlo de otros como la bulimia porque en este caso la persona que lo padece experimenta sentimiento de culpa pero no necesariamente utiliza métodos purgativos para expulsar lo ingerido.

Yo siempre he sido una chica delgadita pero, a causa de una relación tóxica, comencé a comer de forma compulsiva, llegué a comerme 20.000 kcal por día. Un psicólogo me leyó un día y me dijo que tenía un problema de autoestima. Al principio, me daban ataques de pánico, se me dormían partes del cuerpo y eso derivó en un trastorno por atracón; he llegado a pasar de la talla 34 a una 46 en poco tiempo, en función de la frecuencia con la que me daban estos episodios. En el fondo todo se reduce a la falta de autoestima, es una forma de autolesión.

Tras la pandemia vino lo peor, tuve una gran recaída porque el confinamiento lo pasé con una amiga pero al volver a estar sola… Engordé notablemente e intenté de todo, hasta los sustitutivos alimenticios pero lo peor que puedes hacer cuando tienes un trastorno de este tipo es restringir tu alimentación porque eso te generará más ansiedad.

Quiero estar sana y este problema hay que abordarlo desde diferentes frentes. Una vez mi psicólogo me dijo “esto es como una adicción pero peor porque comer, tienes que seguir comiendo”. Con algo así hay que ir día a día, no pensar “nunca más me voy a pegar un atracón”, no, hay que ir día a día, momento a momento, “no me lo voy a pegar ahora”.

Me dirijo a los políticos del Congreso de Diputados para pedir visibilidad, que se de notoriedad a estas enfermedades, ayuda psicológica, es algo fundamental y la sanidad pública tarda meses en darla y son terapias muy reducidas; no todo el mundo puede permitirse un tratamiento privado y eso hace que estas enfermedades crezcan y se agudicen en las personas que las sufren. Los grupos de apoyo también ayudan muchísimo, saber que mas gente está pasando por lo mismo que tú y, finalmente, profesionales especializados, tiene que haber profesionales expertos en estos trastornos para saber tratarlos de forma adecuada, es esta forma, podrán evitarse males mayores.