Hola. Me llamo Irene Rubio y estuve el pasado viernes -día 8 de septiembre- en Marrakech durante el terremoto con magnitud de 6,8 que, desgraciadamente, ha acabado con la vida de más de 2.500 personas. 

Yo llegué a Marrakech el jueves por la noche con mi novio. El viernes estuvimos todo el día por la ciudad, y por la noche teníamos hecha una reserva a las 21:00h en un restaurante. Nuestra suerte fue que adelantamos la hora porque estábamos cansados. Gracias a eso, no nos pilló el terremoto allí. 

Al terminar de cenar, nos fuimos al hotel y, cuando llegamos, empezó a vibrar todo, sabíamos que era un terremoto. Abrimos la puerta y bajamos corriendo por las escaleras. Llegamos a pensar que no salíamos de ahí. 

Cuando llegamos a la calle, descalzos y en pijama, estaban todos los huéspedes y el dueño del hotel allí. Empezamos a ver la gente muy alterada, pero intentando ayudar -mucha gente salía con mantas-. 

De hecho, ciudadanos marroquíes nos ayudaron a llegar a un sitio seguro. Nos querían llevar alejados de los edificios por si había réplicas, puesto que decían que a las 02:00 de la mañana volvería a haber otro terremoto. 

Posteriormente, íbamos a volver a entrar en el hotel, pero yo no me fiaba, así que le dije a mi chico que nos quedáramos fuera y, de repente, se fue la luz en toda la ciudad. Ahí la situación fue a peor. Todo el mundo gritaba y rezaba en su afán por ayudar ante esa tragedia. 

Conocimos a 3 chicos sevillanos -que no hemos vuelto a ver y nos gustaría contactar con ellos- y estuvimos juntos para intentar dormir. Yo no pude conseguirlo, estaba muy nerviosa. 

A las horas fuimos al aeropuerto para intentar regresar a España, pero se cancelaban todos los vuelos. Fuimos al Instituto Cervantes y al Consulado, pero lo único que nos decían era que nos fuéramos a un hotel seguro fuera de la ciudad. 

¡Nosotros queríamos ser repatriados!, pero no nos ayudaron, solo nos dieron una botella de agua. Las únicas personas que nos han ayudado han sido la ciudadanía marroquí -mujeres y hombres, jóvenes y mayores- y no solo ha sido una persona, sino todo el mundo. Desde aquí nuestro agradecimiento. Sois increíbles y muy buenas personas. 

Cuando llegamos al nuevo hotel, la gente se dormía en las hamacas de la piscina por miedo a una nueva replica. Y aunque hubo un nuevo terremoto a las 09:00h de la mañana, nosotros no nos enteramos. 

Finalmente, al día siguiente, llegamos a España y nuestra pesadilla acabó.

Por todo lo plasmado y tras haber vivido una de las peores experiencia de nuestras vidas, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para visibilizar esta tragedia y que consigamos acabar con el racismo que existe en nuestro país. 

Me gustaría que toda la sociedad se informara, leyera un poco más y que no fuera tan inculta. No sirve de nada seguir las modas de determinados partidos políticos que, con su discurso, solo dañan la estabilidad y el avance social. 

Tenemos que respetarnos todos y no estar quejándonos constantemente de las personas migrantes, solo para dar la nota. Estas actitudes dan vergüenza. 

En estos momentos, donde la tragedia en Marruecos ha sido en letras mayúsculas, tenemos que apoyar a toda la sociedad marroquí y dejarnos de poner comentarios absurdos en redes sociales cargados de mensajes racistas. 

Necesitamos que España ayude al pueblo marroquí, puesto que ahora mismo no tienen nada. Ellos, en su peor momento, nos han ofrecido todo lo necesario para sobrevivir y han estado pendientes de nosotros. 

Nadie puede estar riéndose de las desgracias ajenas, tenemos que ser conscientes de la cruda realidad y ayudarnos como seres humanos. 

Que nadie olvide que han muerto más de 2.500 personas, mujeres, hombres y niños. Tenemos que estar a la altura, nunca se sabe cuándo nos podrá tocar a nosotros. Son personas como tú. 

¡Hagamos que esta petición llegue lo más lejos posible y ayudemos al pueblo marroquí!