Me llamo Isabel, vivo en Formentera y mi hijo pequeño tiene Síndrome de Asperger. En un primer momento, nos dijeron que era autismo, pero una psiquiatra que lo vio posteriormente, nos comentó que parecía más un caso de asperger cuando tenía 6 años.

Nunca he recibido ninguna ayuda, salvo una vez en todo este tiempo, alegaban que era autónoma; Elio siempre ha necesitado un apoyo extra fuera del colegio, y esto he tenido que costearlo todo yo sola, siendo madre sola, si ya es difícil criar a tus hijos en solitario, con una condición como esta, lo es todavía más.

Al psicólogo acudía una vez al mes, es lo que te establece la seguridad social, pero no era suficiente; necesitaba más ayuda y decidí llevarlo a un psicólogo que hay en la isla especializado en estos casos. Le diagnosticaron trastorno de déficit de atención, todo por lo privado, claro, una vez más, corriendo de nuestra cuenta; le ayudó muchísimo a abrirse y a la hora de comunicarse; esta es la mayor dificultad de Elio, habla muy poco, y más ahora en la etapa adolescente. Este especialista logró hasta que se apuntara a baloncesto, algo impensable hasta el momento, que hiciera una actividad que incluye tanto contacto físico, pero sus compañeros también lo han acogido muy bien, le animaban mucho e hizo buenos amigos.

Necesitamos más terapias por parte de la sanidad pública, no puede ser que todo tengamos que financiarlo las familias a través de lo privado, sobre todo para las más solas; no hay ningún tipo de ayuda para las madres que cuidamos a nuestros hijos en solitario, y por ser autónoma, me deniegan todo tipo de ayuda. Con el apoyo necesario, los niños con esta condición pueden avanzar mucho.