Soy una sevillana de 44 años que viene a contar la desesperación de las listas de espera en la sanidad andaluza.

Cuando tenía 35 años fui diagnosticada de un Carcinoma Ductal Infiltrante. Un día, mientras me duchaba, noté un pequeño bulto en el pecho. En aquel momento mi prima estaba atravesando un cáncer de mama, y cuando me puse en contacto con ella y le expliqué los síntomas, me advirtió que no perdiera tiempo y que acudiera al médico. 

Considerando mi temprana edad, mi médico de cabecera consideró que era imposible que yo hubiera desarrollado un cáncer de mama. Tras acudir dos veces en menos de diez días al ambulatorio, y debido finalmente a que me atendió otro doctor, fui derivada al Hospital Virgen del Rocío, donde tras una mamografía y ecografía que dictaminaron no padecer ninguna gravedad, una última biopsia me reveló el nombre del cáncer que me acompañaría durante los siguientes años.

Tras 12 sesiones de quimioterapia (6 cada 21 días y otras 6 semanales), 25 de radioterapia y una operación en la que me extrajeron el Ganglio Centinela y 1,5 cm alrededor del tumor, conseguí superarlo.

Ya en manos de la oncóloga, me recomendaron realizar una prueba genética para asegurarnos de que todo estuviera bien, pero ahí llegó la otra complicación: soy positiva en genoma BRCA2.

Con los datos sobre la mesa, y ya superado el cáncer, el médico me recomendó realizarme una mastectomía por la considerable posibilidad de recaer, operación a la que me negué al ser demasiado joven. El médico, que por aquel entonces lo entendió, me dio como plazo máximo hasta cumplir 42 años, momento en el que, finalmente, accedí.

Hoy hace 1 año y 9 meses que me encuentro en lista de espera. He reclamado con asiduidad la cita, y la última vez que llamé me aseguró la administrativa del Hospital Virgen del Rocío que, por la situación que ha provocado el Covid-19, no obtendría la cita ni este año ni el que viene.

Por si esto fuera poco, mi hija de 21 años, que debe hacerse la prueba del gen que a mí me provocó el cáncer, lleva un año y medio con toda la documentación entregada en el Hospital Universitario Virgen Macarena, a la espera de que le den cita para el estudio.

Las listas de espera en la sanidad andaluza han sido siempre de vértigo, y es algo que, por más que se ha reclamado, no se ha conseguido subsanar. ¿A qué esperan?