En Pamplona-Iruñea no han conseguido el objetivo principal de cualquier ciudad comprometida con un futuro más sostenible, reducir el uso del coche. Muy al contrario, según el último estudio de movilidad realizado por la mancomunidad de la Comarca, el único medio de transporte que ha crecido en estos 10 últimos años es el coche privado.

UPN Se ha cargado el área de movilidad en el Ayuntamiento que , con sólo 1 mandato de supervivencia,  sirvio para hacer un plan de ciclabilidad insuficiente y  sin participación y tan sólo ejecutado en su fase inicial. Mientras, El plan de movilidad de la comarca,  un plan serio y riguroso,  elaborado con un proceso de participación ciudadana importante, sigue guardando el polvo en algun cajón perdido.

Y en relación a tu pregunta sobre los carriles bici,  seguro que mi opinión coincide con la de cualquier persona que utiliza su bicicleta en Pamplona como medio de transporte cada día para sus desplazamientos por la ciudad: Que son un despropósito total. 

1. Pamplona presenta un número importante de Km de carril bici resultado de la suma de carriles bici tipo y carriles pintados en las aceras. Y a pesar de esta chapuza, lo asombroso es que están DESconectados entre sí y al margen del centro de la ciudad. 
¿Se preguntarán ustedes su utilidad si no unen puntos interesantes de la ciudad no? Pues sí, y no les falta razón. 

2. El diseño de los carriles parece un producto de nuestro mayor enemigo:  carriles-eslalon entre hilera de árboles y farolas,  ángulos de 90* para girar a un lado, anchuras miserables de carril que suponen un peligro cuando coincides 3 bicicletas, espacios en paralelo con aparcamientos de coches que ya han provocado un accidente mortal sin que se haya  corregido el error de concepto. Una verdadera Irresponsabilidad. 

3. Carriles de bici que invaden las aceras entrando a disputar el espacio segurizante  de los peatones y quebrando la tranquilidad de los mas pequeños y los mayores. Carriles bici que no disputan el espacio público de la ciudad con el coche que sigue siendo el verdadero rey del espacio público con una ocupación del 85%  como si nada no hubiera cambiado. 

En definitiva todo por hacer. Pero además me parece fundamental añadir que el planteamiento ha de ser global y desde una perspectiva comarcal dirigida a conseguir que el transporte público y la bicicleta se conviertan en verdaderos vehículos alternativos al coche con el objetivo claro y decidido de reducir su uso en la ciudad.