Me llamo Iván Alonso, y vivo en Madrid. Tengo una enfermedad mental, y después de estar diez años en la seguridad social, he tomado la decisión de desistir por las grandes listas de esperas, la falta de seguimiento y la regulación de la medicina, que no lo hacían. Desde hace tres meses estoy acudiendo a un psiquiatra privado y poco a poco noto mejoría. 

Los plazos en psicología, en la seguridad social, son todavía mayores, pueden verte cada dos meses. Es importante comprender que, aunque te estén tratando desde psiquiatría con una medición, la terapia psicológica es necesaria, para avanzar y cuidar de la salud mental. Yo tengo la suerte de que me he podido permitir ir a psicología privada y a psiquiatría, pero no toda las personas pueden y se convierte en una situación vulnerable y de exclusión. 

Por ello, plantearse otros modelos con sistemas de ayudas públicas ayudarían a que más personas puedan permitirse ir a terapia psicológica, reducir las listas de esperas, y que haya un buen seguimiento semana a semana.

Sin embargo, la salud mental sigue estando invisibilizada en nuestra sociedad, no se le da importancia que requiere y sigue habiendo muchos estigmas. Al no ser algo visible, como lo puede ser otras enfermedades o, por ejemplo, si te fracturas algún hueso, el estigma en la sociedad sigue estando presente. Por falta de conocimiento, sensibilización y concienciación las personas que tenemos enfermedades mentales sufrimos en ocasiones, de manera indirecta, discriminación por parte de la sociedad en diferentes ámbitos. 

Esta falta de visibilidad y normalización junto con la mala gestión de recursos para cuidar de la salud mental tiene sus consecuencias, y una de ellas son los suicidios. Es un tema tabú y silenciado en la sociedad, pero ¿por qué nadie se pregunta qué está fallando para que cada vez haya más personas que deciden quitarse la vida? El suicidio es la principal causa de muerte no natural en nuestro país. España registró en 2020 el mayor número de suicidios, con una media de 11 personas al día. Y, además, los suicidios en los menores de 15 años se duplicaron en 2020. 

Es por todo ello por lo que me gustaría pedir que se invierta más presupuesto en salud mental porque es muy necesaria. Es un problema que afecta a todo el país por lo que es necesario que haya más medios, recursos, visibilidad y normalización porque una mente sana desde la niñez haría crecer a un adulto sano. Habría mayor entendimiento y gestión de nuestras emociones, evitando de esta manera que haya tantos suicidios.