Pregunta para Parlamento de Catalunya

Las mujeres gitanas somos cosificadas y percibidas como tontas y sumisas. ¿Cuándo se educará sobre nuestra cultura desde una perspectiva de género para que tengamos oportunidades reales?

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Janira Giménez Pregunta de Janira Giménez

Mi nombre es Janira Gimenez, tengo 23 años y soy de Barcelona. Desde pequeña, he tenido que escuchar cómo los profesores me llamaban “una gitana lista”. Siempre me fue bien en el colegio, pero notaba el estigma que había sobre mí y mis compañeras gitanas. 

Las mujeres gitanas sentimos desde temprana edad que no tenemos cabida dentro de la sociedad. Sufrimos una doble discriminación: por ser mujeres y por ser gitanas. Somos concebidas como cosas, tenemos que escuchar que no valemos y vivir de las más bajas expectativas. Yo no estaba a salvo de esto, e incluso por una temporada me negué a estudiar, cansada de chocar contra los estereotipos que me imponen. Por suerte, una profesora me dijo que yo valía, no me veía distinta por ser una chica gitana y me motivó a continuar formándome. 

Hoy, como Integradora Social, acompaño a grupos de mujeres gitanas que no han tenido el mismo apoyo que yo. La mayoría ha abandonado los estudios, como en muchas ocasiones, se esperaba de ellas. Por lo mismo, tienen problemas a la hora de acceder a trabajos y llevar una vida normal. Víctimas de los estereotipos que nos imponen desde pequeñas, se creen tontas o que no valen, porque es lo que han escuchado todas sus vidas, dentro de casa y fuera de ella.

Una y otra vez somos sexualizadas. La sociedad muchas veces nos percibe como un objeto que les genera morbo, a partir de ideas como “la gitana virgen” o lo “exótico” de nuestra apariencia, que somos sexis y que nos encanta bailar. Todo esto, reforzado por la imagen de que a todo lo que diga un hombre le tenemos que decir que si. Ser gitana se ha vuelto un personaje, un disfraz, un sinónimo de lo sexi, que en muchas ocasiones es burlado o imitado en redes sociales. 

Sé que yo sola no puedo cambiar al mundo, pero hay que tomar acción para que las mujeres gitanas dejen de recibir la peor parte del trato. La mayoría de las veces, somos nosotras las que damos la cara ante la sociedad, y tenemos que ver cómo nos excluyen y nos faltan el respeto. 

Es urgente que se tomen medidas para poner fin a la cosificación de la mujer gitana. Es por esto que me dirijo a los miembros del Parlament de Catalunya para que se combatan los estigmas de los que somos víctimas día a día, a través de la educación respecto a la cultura, y con una perspectiva de género. De esta forma, podemos generar el ambiente necesario para que las mujeres puedan empoderarse, y no esconder sus orígenes por miedo a ser cosificadas. 

Es momento de visibilizar la realidad de la mujer gitana y poner fin a la estigmatización. Si terminamos con los estereotipos, nos aseguraremos de que las mujeres gitanas puedan tener igualdad de oportunidades. Basta ya de la cosificación de la mujer gitana.

Si eres una mujer gitana o te interesa el tema y quieres saber más, puedes seguirme en mi cuenta de Instagram @librae_oficial, donde genero contenido sobre nuestra realidad. 

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