Hola,

Me presento: soy Javi, tengo 26 años, soy de Madrid y he ganado la batalla a un linfoma de Hodgkin. El 13 de marzo de 2020 recibí mi primera sesión de quimioterapia, casi al tiempo en que Pedro Sánchez comunicaba la implantación de un estado de alarma que se alargaría meses. ¿Paradójico? No lo sé, lo cierto es que en esos meses yo vencí el Linfoma y ahora valoro la vida, más de lo que ya lo hacía. 

Con 26 años parece que te pilla de sorpresa esto del cáncer, ¿no? Son cosas que nunca te esperas, pero ahora estoy, me encuentro, mejor que nunca. Situaciones como esta te hacen relativizar, y ser consciente de que la vida es muy frágil, que hay vivir, sí, pero sin dejar cuidarse en tu rutina diaria. Sin salud, no existe todo lo demás. 

En mi caso todo comenzó en el mes de noviembre de 2019, cuando empecé a estar un poco más cansado de lo normal. Pero lo relacionaba a la rutina, a un ritmo fuerte de trabajo, vida social, viajes… Por eso a veces hay que frenar un poco. Y así un día, en mi casa, mis padres observaron que tenía un bulto en el cuello. Entonces decidí acudir al médico, pero las pruebas no indicaban que me ocurriese nada extraño, de hecho, lo asociaron a haber pasado, supuestamente, la mononucleosis. 

Yo tampoco le estaba dando demasiada importancia, pero finalmente busqué una segunda opinión. Y entonces una biopsia confirmó el diagnóstico: tenía un linfoma de Hodgkin. Afortunadamente, es uno de esos tipos de cáncer considerados “amigables”, de buen pronóstico. Recibí 8 sesiones de quimioterapia y luego, con la llegada del verano, comenzó la recuperación. A día de hoy me encuentro muy bien. Soy consciente de la importancia de hacer deporte y de cuidarme, un poco más de lo que lo hacía antes. 

Porque sí, hay veces, en pleno tratamiento, en que te planteas ¿cómo me voy a recuperar de esto? Pero, os digo, que es alucinante cómo puedes recuperarte. Es cierto que cuando te diagnostican esta enfermedad, todo asusta. Escuchas palabras que irradian auténtico pavor: CÁNCER, TUMOR, QUIMIO, …y ves cambios en tu cuerpo que impresionan, pero realmente hay que confiar, entregarte a la investigación y a los médicos, y dejarles hacer, teniendo siempre en mente que curarse es posible y la vida después puede ser incluso mejor. 

¿Para qué estoy aquí? Quizá es la pregunta que os hacéis muchos. Pues lo primero para ayudaros, para apoyar a toda aquella persona que lo necesite, que requiera de unos oídos a los que acudir o de una vivencia personal para saber a lo que se enfrenta. ¡Aquí estoy para vosotros! 

Mi camino hacia la visibilidad y la concienciación sobre el cáncer no se para aquí. Colaboro con la fundación Movember y Josep Carreras, porque quiero seguir recalcando lo crucial que resulta la ciencia en todas estas enfermedades, y la importancia de una potente inversión en investigación. Porque gracias a ella, a día de hoy algunos tipos de cáncer, como el que me diagnosticaron, tienen una tasa de supervivencia que ronda el 90%. La investigación es vida. ¡No paremos de vivir!