Hola. Me llamo Jennifer González, tengo 42 años y convivo con espondiloartritis y fibromialgia. 

A mí me diagnosticaron mis afecciones en 2021. Tras morir mi madre en junio de 2020, empecé con pequeños síntomas inflamatorios en los pies. Meses después empezó a subirme por lumbago, hombros, caderas, sacro, etc. El médico me dijo que era espondiloartritis. Con el paso de los meses, la inflamación se quitó gracias al tratamiento, pero los dolores persistían. Ahí me dijeron que también padecía fibromialgia y que una enfermedad iba ligada a la otra.

La espondiloartritis (también llamada espondiloartropatía o espondiloartritis) es un término que se utiliza para describir un grupo de enfermedades que causan inflamación articular prominente, afectan la columna vertebral y otras articulaciones y comparten otras características.

Por otro lado, la fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos (puntos dolorosos). Este dolor se parece al originado en las articulaciones, pero no es una enfermedad articular. La palabra fibromialgia (FM) significa dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones).

Es una enfermedad frecuente, la padece entre el 2% al 6% de la población, sobre todo mujeres. Puede presentarse como única alteración (fibromialgia primaria) o asociada a otras enfermedades (fibromialgia concomitante).

Mi vida cambió mucho. Estaba pasando el duelo de mi madre y, además, tenía que aceptar una enfermedad muy dolorosa y que me incapacitaba. Me enfadé con el mundo y lo pasé realmente mal. Mi comportamiento cambió por completo. Tenía ganas de morirme, no sabía vivir con dolores, ni quería ni lo aceptaba. 

Actualmente sigo con dolencias, tengo muchos brotes. Lumbalgia, dolores horribles de piernas, rigidez cervical, mareos, dolores en los dedos, las rodillas y un largo etc. Tomo tratamiento biológico -que me lo pasa el hospital- para la artritis y para la fibromialgia antiinflamatorios, analgésicos, antidepresivos, ansiolíticos.

Me siento presionada en el sentido laboral. Nadie te cree, ni siquiera los médicos. Muchos familiares y amigos te dicen que hay que trabajar y ser fuerte, como si quisiéramos vivir con dolores, o como si de golpe nos hubiéramos vuelto flojos y no quisiéramos trabajar, y la verdad te hacen pasarlo mal. Para colmo el Tribunal Médico te da el alta y no te concede una paga, y así es imposible llevar una vida normal en el trabajo.

Existen muchos médicos que, por desgracia, te tratan como si estuviéramos locas. Muchas veces he ido a urgencias con dolores de muerte y los profesionales sanitarios no me han querido pinchar o me han mandado un simple ansiolítico, como si todo estuviera en mi mente. 

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más visibilidad e investigación para la espondiloartritis, la fibromialgia y el resto de enfermedades autoinmunes. 

Yo no he querido vivir con esta enfermedad. No quiero convivir con ella y quiero que todo el mundo entienda que nadie quiere vivir ni con dolores ni con pastillas durante toda su vida, así que, por favor, dejen de decir que nos inventamos los dolores. Más empatía y comprensión. 

Vivir así es malvivir. En definitiva, necesitamos que haya más investigación para este tipo de enfermedades y que seamos mejor valoradas cuando pasemos por un Tribunal Médico.