Hola,

Soy Jennifer y hace poco más de un año fui diagnosticada de un cáncer de mama. Un cáncer que he ido batallando al lado de mi familia. Antes de ser diagnosticada tuve que luchar junto a mi médico de cabecera para que me hicieran una mamografía. El propio doctor tuvo que hacer hasta tres peticiones hasta que me aceptaron la prueba. 

Y es que esta es una de las muchas historias que reflejan lo que sucede en nuestra sanidad pública. Empecé a hacerme mis revisiones anuales cuando tuve a mi hija hace 11 años. Además de tener antecedentes, mi madre murió de cáncer de mama. No entiendo porque nosotras tenemos que estar detrás e insistir hasta sentirte pesada por tu salud. ¿Por qué tengo que plantearme un seguro privado cuando llevo pagando todos los días de mi vida con mi trabajo mi Seguridad Social? ¿Por qué no se invierte más en investigar y poder ayudar a todas esas personas?

Más investigación para un tipo de pandemia que está en nuestro día a día y que se cobra muchas más vidas. Todas las personas queremos vivir poder disfrutar de la vida. Y la que es madre como yo solo quiero ver crecer a su hijo, ver como va cumpliendo sus sueños y que te tenga para apoyarse. Y esto le puede pasar a cualquiera. Por eso es bastante importante la investigación. Está muy parada sobre todo el tema oncológico por la COVID, es súper necesario cogerlo a tiempo para tener una prevención precoz.

Pero a pesar de todo eso quiere que todas esas personas que se encuentren en plena lucha y tratamiento tengan paciencia. Paciencia con el tratamiento sobre todo, que luego pasa volando. Al principio todo es un mundo, te sientes perdida con miedos, pero hay que ser positivas y confiar, hoy en día se puede salir de este maldito cáncer. 

También creo que deben existir más peluquerías oncológicas. Soy una mujer muy coqueta y siempre me ha gustado mucho cuidarme, además trabajo cara al público. Así que cuando supe que mi pelo se iba a caer me asusté bastante. En Canarias existen muy pocas peluquerías especializadas, conseguí una cita gracias a la cancelación de otra clienta. Allí me aconsejaron y me ayudaron con todo el tema de la elección de pelucas. 

Entre una de las secuelas más duras del cáncer es el miedo que se queda y que se revive cada seis meses con las revisiones. Todo se queda en la cabeza. Además de la importancia del apoyo porque si no tienes a nadie cercano que lo haya pasado es difícil entenderlo. Cuando pasa algo así los consejos que más te llegan son la gente que está metido en esto como asociaciones, fundaciones, pacientes.

Por eso me dirijo a los representantes políticos del Parlamento de Canarias y les pregunto: ¿Cuándo se va a invertir en más investigación oncológica? ¿Cuándo van a existir más peluquerías oncológicas que ayuden a los pacientes con el asesoramiento de la caída del pelo?