Hola. Me llamo Jesús Juárez, soy entrenador nacional de atletismo y tengo una hemiparesia derecha a consecuencia de un derrame cerebral. 

Nací a los 6 meses porque la bolsa amniótica de mi madre se rompió provocando un derrame cerebral. Nadie sabía lo que iba a pasar o las consecuencias que iba a conllevar, si iba a poder hablar, estaría ciego, etc. Al final descubrieron que tenía una hemiparesia. 

Esta disfunción me limitaba bastante cuando era más pequeño porque tenía problemas de movilidad en la pierna y en la mano. Llevé aparatos y estuve con tratamientos para mejorar mi movilidad. Para que la gente lo entienda, si yo iba a coger una taza de café, tenía que pensar que iba a coger ese café, el movimiento no es automático. 

Hasta los 18 años estuve yendo al hospital Gregorio Marañón de Madrid para las terapias de fisioterapia durante un par de horas a la semana. Lo malo es que al no ser las horas adecuadas, porque siempre se necesitan más para mejorar, teníamos que acudir a los terapeutas privados, desgraciadamente. 

Son muy pocas horas las que te dan desde la Seguridad Social cuando eres pequeño, pero son menos horas aún cuando cumples los 18 años. Respecto a las ayudas económicas también son nulas. Te facilitan 600€ anuales para los gastos de tratamientos, pero la realidad es que esos tratamientos tienen un coste mucho más elevado. 

Actualmente tengo problemas de espasticidad en la rodilla derecha y eso ha provocado un arrancamiento de rótula. Yo noto la diferencia cuando hago ejercicio entre una rodilla y otra. También, cuando tengo lesiones de gemelo, las dolencias se recuperan más lentamente. Hay que entrenar constantemente para ir mejorando.

A nivel social, pienso que las personas con discapacidad no se sienten normalizados. Ahora estamos avanzando un poco, pero antes había mucho retroceso. A pesar de todo creo que socialmente nos limitamos nosotros mismos. Yo me limitaba porque no me quería de la manera que debía de quererme. Te surgen complejos y problemas, y te aíslas. 

Mi introducción el deporte fue progresiva. Mi tío vino a correr una maratón de Madrid y a mí me gustaba mucho el ejercicio, pero me costaba mucho correr. Él me dijo que algún día podría correr una maratón sin problema. Después de insistir y entrenar, a los 18 años, pude correr mi primera carrera de 42km, ahora llevo 4 realizadas. Además, me hice entrenador de atletismo a través de la Federación Española de Atletismo.

Pienso que para que una persona esté bien emocionalmente, debe cambiar la percepción de sí mismo. Hay que quererse y tener un enfoque positivo porque nadie te va a querer más que tú mismo. En ese aspecto hay que ser egoísta y luchar mucho. No hay más. 

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al congreso de los Diputados para que se introduzca el deporte inclusivo en la propia educación desde pequeños, igual que hacemos con los demás deportes convencionales. Debería crearse un módulo de deporte paralímpico en las escuelas para que se vaya integrando esa modalidad en la sociedad. 

De igual forma, necesitamos que haya una mejora en la accesibilidad de los transportes públicos para personas con discapacidad. Me llama mucho la atención que todo el mundo habla de inclusión, pero en muchas estaciones de metro ni en Renfe, por ejemplo, hay una accesibilidad eficiente. 

De nada me sirve que nos den subvenciones o ayudas si en la vida diaria no se facilitan acciones cotidianas. En definitiva, necesitamos que todas las personas con y sin discapacidad vivan con normalidad.