No fichamos porque no tenemos un único lugar físico para desarrollar nuestro trabajo. Además de trabajar en la sede del Senado, lo tenemos que hacer allá donde se nos necesite o donde estimemos que hay un problema: sea Tolosa, sea Melilla… cada uno en su jurisdicción. La pregunta denota la desconfianza que hay de la ciudadanía hacia los políticos, que tenemos que tratar de volver a ganárnosla. La clave no está en fichar sino en la confianza, tanto por parte de los políticos como en cualquier otro ámbito laboral; de hecho, el fichar va en contra de las propuestas de relación laboral actuales, no hay más que ver que muchas empresas de éxito han rehusado emplear esa medida de control de los trabajadores.