¡Hola! Soy Jonathan García. Mi hijo Álvaro y yo formamos una familia monoparental porque su mamá falleció durante el parto.

Ante tal suceso, la ayuda psicológica puede ser un salvavidas para las familias. Sin embargo, la sanidad pública no nos ha ayudado, más bien al revés. En un primer momento, me pusieron un psicólogo infantil para coincidir con las revisiones de mi hijo al neuropediatra.

Al principio era una vez cada tres meses, luego cada seis… Le solicité a mi médico de cabecera que me derivara a un psicólogo y cuando fui pues me hundí en la primera sesión; y ya a la segunda había cambiado de psicólogo… y otra vez a repetir lo mismo. La tercera vez que acudí era otra persona distinta, así que otra vez a pasar por la misma situación.

Para colmo, en esta última sesión lo que me dijo es: esto que te ha pasado es muy duro, es que te va a costar y te va a doler. Para ese tipo de mensajes, prefiero irme a tomar unas cervezas con mis amigos. Por suerte, yo he tenido mucho apoyo de mi familia y de mis amigos… 

De hecho, mi madre sabe que yo me he planteado en varias ocasiones suicidarme, pero gracias a la ayuda de mis padres, de mis amigos y de mi perra no lo he hecho. Pero ayuda no he tenido ninguna; lo máximo que me han ofrecido es acudir a un psicólogo infantil y encima una cita a nombre de mi hijo. Es una mierda de sanidad. 

Es por eso que exijo al Parlamento Vasco que escuche mi caso y plantee una solución a este problema. 

A todo esto se le suma el tema económico. Tengo pensión de viudedad y mi hijo tiene su pensión de orfandad, pero no recibimos nada más. Me he tenido que coger una reducción de jornada y teletrabajo parcial para que me de tiempo a atender a mi hijo. 

Llegamos justos a fin de mes entre la hipoteca, la luz, el agua… Todo lo tengo que pagar yo solo. Me han rechazado la beca comedor; he tenido que pagar un bono familiar en las piscinas públicas como cualquier otro porque NO HAY NINGUN TIPO DE AYUDA PARA FAMIILIAS MONOPARENTALES.