Las sentencias de Sijena han de cumplirse, y podemos ir más allá
Nuestra postura sobre el patrimonio de Sijena es pública y conocida: hemos apoyado y apoyaremos el cumplimiento de las sentencias judiciales que reconocen que hubo un expolio basado en la venta fraudulenta por parte de estafadores que deberían también responder judicialmente por ello. Pero además hemos de ser conscientes, por una parte, de que la partida del presupuesto aragonés dedicada a conservación, exposición y mantenimiento del patrimonio no alcanza a la totalidad de éste, lo que impide en muchos casos su conocimiento por el público. Por otra parte, los touroperadores que trabajan con el turismo cultural e histórico tienen en cuenta redes más que lugares o manifestaciones culturales aisladas. En este punto tenemos que reconocer que Sijena es la historia de la Corona de Aragón, y eso incluye a Cataluña si de verdad queremos una puesta en valor histórico-artística que incluya un aprovechamiento económico del motor turístico que ello representa.
Y ahí está el reto: no sólo en el cumplimiento de las sentencias (que han de cumplirse), sino en conseguir dinámicas de colaboración para construir ese relato conjunto que pueda beneficiar a ambas comunidades, a la interpretación histórico-artística de un patrimonio común y a la restauración de un respeto mutuo por encima de las actuales banderas. Creo que con ello tenemos más que ganar si nos reconocemos como compañeras en la tarea. Una tarea nada sencilla, por supuesto, pero necesaria para abordar un conflicto con la profundidad que requiere una solución a largo plazo.
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De las piezas de valor demandadas, Catañlunya solo devolverá 53 obras de escaso valor. ¿Cómo representante de Huesca, qué opinión tiene al respecto? Desde Podemos ¿realizarán las gestiones pertinentes para conseguir que el patrimonio oscense este en Huesca?