Pregunta para Congreso de los diputados
Me llamo José Antonio y en 2019 me trasplantaron un riñón. ¿Por qué no existe una categoría específica para personas con trasplantes en las competiciones deportivas? ¡La alimentación y el ejercicio son fundamentales en los procesos de trasplantes!
Hola. Me llamo José Antonio Fernández, tengo 42 años y en 2019 me trasplantaron un riñón.
Aunque el trasplante fue el 13 de noviembre de 2019, todo comenzó 11 años antes con dolores muy fuertes de cabeza, incluso llegué a perder la visión momentáneamente. Me asusté y fui a urgencias. Allí me hicieron unas analíticas y vieron que tenía ciertos niveles internos con valores muy altos, junto con la tensión, que también la tenía alta.
Me derivaron a medicina interna y vieron que tenía un problema en el riñón, por lo que me realizaron una biopsia renal y vieron que tenía Glomérulonefritis por IgA.
Eso no tiene cura como tal, es una enfermedad crónica degenerativa y solamente se podía solucionar a través de un trasplante. Tenía una filtración renal de un 30%, 11 años antes de recibir el nuevo riñón, y pude mantenerme con esa filtración a base de una dieta sana y mucho ejercicio.
Incluso, 4 años antes del trasplante, estuve con una filtración del 12%. Los profesionales sanitarios me decían que no habían visto antes un paciente que aguantara tanto con esa filtración solamente a base de dieta y deporte.
En mi control de alimentación, tenía que preparar toda la comida el día anterior para eliminar el potasio y el sodio de la verdura. Sobre todo, basaba mi dieta en verduras, hortalizas y pescado blanco, evitando proteínas.
Ahora, después del trasplante, sigo con un modelo de dieta súper sano y, aunque ya puedo permitirme comer más alimentos, he decidido seguir como estaba para no saturar al riñón de proteínas.
A nivel social, en mi caso, me aislé. Con los medicamentos te vuelves una persona depresiva, tienes muchos altibajos anímicos, te alteras muy rápido, cambios de humor, etc. Solamente estás tú y tus pensamientos, lo pasas bastante mal. Piensas que tienes una enfermedad crónica y que tienes un fin inminente si no es a través de un trasplante, “te vas para el otro barrio”. Solamente pensaba en eso.
A mí me llamaron unas 16 o 17 veces en total para ir a realizarme el trasplante de riñón. En aquel momento me encontraba en una prelista para trasplante sin entrar aún en hemodiálisis. Normalmente suelen tener prioridad las personas que están en una situación analítica delicada, diálisis y los que han recibido un trasplante y están teniendo problemas, por lo que siempre me echaban para atrás. Esto me causaba muchas idas y venidas desde Marbella hasta Málaga. Fue cuando entré en hemodiálisis, cuando en una de esas llamadas me realizaron el trasplante.
Es verdad que cuando ves a todas las personas en esa situación te vuelves más solidario, e internamente dices: Prefiero que trasplanten a esas personas porque parecen estar peor que yo.
Es por todo lo plasmado en esta petición y como persona que ha recibido un trasplante de riñón, por lo que lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que se le dé más importancia a la alimentación y deporte a la hora de realizar los procesos de trasplantes.
De igual forma, en el propio deporte, ya que yo hago mucho ejercicio, a la hora de hacer competiciones necesitamos que exista tanto en carreras de montañas, disciplina que practico, como en cualquier otra disciplina deportiva, una categoría para trasplantados, como para cualquier discapacidad, con el fin de sentirnos valorados por nuestro esfuerzo, puesto que si competimos con una persona totalmente sana, puede haber diferencia física.
Actualmente, físicamente estoy muy bien y todo ha sido gracias a la donación, por lo que la sociedad debe de concienciarse de que los trasplantes son necesarios para que la vida siga evolucionando. ¡DONA!