Me llamo José Antonio, resido en Badajoz y mi hijo Darío de 3 añitos tiene Autismo. Notamos los primeros síntoma sobre el año y medio, nos dijeron en la guardería que le notaban algo y decidimos llevarlo al especialista para que lo miraran.

El diagnóstico nos lo dieron a los dos años, tiene una discapacidad del 35%, es dependiente. Lo más complicado de todo, es que Darío no habla, no es capaz de comunicarse, y cuando quiere o necesita algo como ir al baño, se frustra enormemente y se enfada muchísimo. Tiene muchas necesidades, por ello, necesitamos que tenga un cuidador en el colegio, la Ley dice que tiene que tenerlo y no nos lo ponen. El profesorado de infantil del centro, tiene que atender a más de 20 alumnos, son niños pequeños, y con la discapacidad que tiene mi hijo, es muy duro para todos, es algo que nos corresponde y educación se opone.

Hemos tenido que recurrir a lo privado para complementar las terapias que recibe por la Seguridad Social, lo cual, supone un gasto enorme de unos 200 euros mensuales, tirando por lo bajo, si añades la neuropediatra a la cual tenemos que llevarlo 2-3 veces anuales, esto se dispara. Acude a varias terapias lunes, miércoles y jueves, que sumando las privadas, creemos que por el momento es suficiente.

No nos sentimos apoyados, estamos pidiendo algo que nos corresponde por Ley y no nos lo otorgan; a ese mismo colegio, Colegio Público Guadiana de Badajoz, acude su hermana y no queremos cambiarlo, ya que él va más contento sabiendo que también va ella. La única opción que nos dan, es cambiarlo de centro pero no queremos, sería perjudicial para él, esto nos hace sentirnos tremendamente incomprendidos.

Necesitamos personal docente especializado para tratar con estos niños, con esta figura, los niños con TEA pueden tener el apoyo necesario para desarrollarse adecuadamente, un profesor solamente para tantos niños, es insuficiente. Tienen muchas capacidades, solo que necesitan una ayuda extra o un tratamiento diferente para desarrollarse, está en nuestras manos otorgársela, no podemos seguir permitiendo que esto ocurra, y mucho menos depender de ayudas y terapias privadas para que los niños con autismo la reciban, ya que no todas las familias pueden permitírselo.