El cupo vasco regula las relaciones económicas entre la CAV y el Estado. Está recogido en la Constitución y forma parte, por lo tanto, de la normativa básica de nuestro país. A partir de ahí, lo cierto es que nuestra vecindad con País Vasco y Navarra afecta directamente a nuestra capacidad competitiva y plantea desequilibrios a los que debemos hacer frente con nuestra capacidad normativa.

Y lo estamos haciendo. Generando en La Rioja un entorno fiscal competitivo a partir de una presión fiscal baja (somos una de las comunidades autónomas donde menos impuestos se pagan) y un entorno favorable a la generación de actividad por parte de las empresas.

A partir de ahí, en este asunto es muy importante la postura del Gobierno de España. Y lo cierto es que en este momento no existe transparencia en cuanto a los criterios que utilizan el Estado y los territorios forales para determinar los importes del cupo vasco y el concierto navarro. En consecuencia, no conocemos lo que las haciendas forales pagan al Estado por los servicios públicos que se prestan en sus territorios.

Consideramos que el Gobierno de España, a través del sistema de financiación autonómica, debe corregir estos desequilibrios con medidas como:

• Que los regímenes forales aporten una cuota a los fondos de solidaridad del sistema de financiación de las comunidades autónomas,
• Que se constituya de manera inmediata la comisión bilateral que establece el artículo 46 del Estatuto de Autonomía, como medio imprescindible para garantizar la corrección de los desequilibrios que para La Rioja tiene su vecindad con los territorios forales.