Estudiar las mejores alternativas para Alejandro y para la familia.
Hola Maite. En primer lugar, quisiera mostrarte mi admiración por la fuerza con la que defiendes el derecho de Alejandro a recibir los cuidados que precisa para poder tener la mejor calidad de vida posible.
Es cierto que un hospital no es el mejor lugar para Alejandro. Sin embargo la solución tampoco tiene por qué pasar necesariamente por una residencia. Es preciso estudiar todas las alternativas, incluida la atención domiciliaria, para garantizar que tu hijo pueda tener cubiertas, efectivamente, no solo sus necesidades sanitarias a corto plazo, sino también sus necesidades sociales y personales a largo plazo, a las que tiene derecho al igual que cualquier otra persona en Euskadi.
¿Por qué te digo esto? Porque esta crisis sanitaria nos ha demostrado que el sistema basado en residencias puede no estar siendo el adecuado para garantizar el bienestar tanto de las personas cuidadas como de las personas que cuidan, que en su mayoría son mujeres trabajando en condiciones precarias.
Para buscar la solución específica que mejor se acomode a las necesidades de Alejandro y a las de la familia que lo cuidáis, es preciso reforzar la coordinación entre los servicios sanitarios y los servicios sociales, y también mejorar la propia gestión de los servicios sociales, ya sean las residencias de personas dependientes o la atención domiciliaria a través de la Ley de Dependencia.
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Hola,
Me llamo Maite Ortega y lanzo esta campaña para defender los derechos de mi hijo Alejandro.
Tiene 20 años y un grado de discapacidad reconocido del 78%.
Actualmente vive en un centro hospitalario, donde desafortunadamente no le pueden dar un soporte integral a sus necesidades. Mi hijo no ha de estar en un Centro Hospitalario si no en una residencia de Discapacidad, tiene una pluridiscapacidad severa.
En el hospital solo le pueden cubrir y atender sus necesidades fisiológicas, pero no de forma integral que es lo que mi Alejandro necesita. Ante todo, agradecer a los trabajadores y trabajadoras del hospital donde se encuentra, son grandes profesionales que realizan su trabajo con pasión, pero no es el lugar de Alejandro.
Somos de Santurtzi y os pedimos por favor, políticos del Parlamento Vasco, que nos escuchéis, si hace falta me reúno con ustedes para explicarles lo que sucede. Diganme el día y la hora y allá estaremos.
Queremos ser felices y en una residencia de Discapacidad estoy seguro que lo será mi hijo.
Es por ello, que les pido, políticos del Parlamento Vasco, que hagan todo lo que esté en sus manos, para que mi hijo Alejandro tenga una calidad de vida digna.
Lucho por mi Alejandro pero estoy seguro de que si lo conseguimos, mejoraremos la vida de otras muchas personas en nuestra misma o parecida situación
Gracias de antemano,
Maite Ortega