La Agenda 2030 es una hoja de ruta ineludible para todos los gobiernos y para todas las fuerzas políticas que, como EQUO Berdeak, ansiamos construir una sociedad más justa, sostenible y solidaria.

En esta nueva fase de la pandemia, la cooperación con los países que se van a ver más golpeados a partir de ahora es fundamental, tanto desde un punto de vista sanitario como humano, si queremos avanzar y no retroceder aún más en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

Por eso proponemos establecer un calendario que permita en 4 años destinar a cooperación internacional el 0,7% del presupuesto total del Gobierno Vasco, con el fin de dotar de estabilidad y reforzar los proyectos de cooperación existentes. 

También proponemos reformar los instrumentos de financiación, participación, transparencia y rendición de cuentas de la cooperación vasca, para reducir la carga burocrática, potenciar el papel referente de las ONGD para evitar el “intrusismo” de otros posibles agentes, y asegurar procesos de cogobernanza en las políticas de cooperación.

Por último, y en relación a la implantación de los ODS en Euskadi, desde EQUO Berdeak planteamos realizar evaluaciones periódicas de la coherencia de las políticas públicas respecto al cumplimiento de dichos Objetivos, en especial de las políticas comerciales, fiscales y de internacionalización empresarial, con la participación activa de las ONGD y de los distintos agentes sociales y de la sociedad civil.

No obstante, no entendemos estos Objetivos como una meta en sí misma, sino una brújula que orientan la dirección de las políticas públicas que deben aspirar a ir mucho más allá y ser mucho más ambiciosas. Por ejemplo, no compartimos el objetivo de promover un “crecimiento sostenible”, sino que nuestro compromiso con la sostenibilidad nos lleva a abogar por otras formas de prosperidad económica que superen la lógica intrínsecamente insostenible del crecimiento económico.