Hola, mi nombre es Roberto González García, tengo 43 años y un cáncer gástrico estadio IV con metástasis hepáticas. Aunque también podéis dirigiros a mí como mi iniciativa: Rober contra el cáncer.

Mi historia se remonta a 4 años atrás, cuando 2 hernias discales lumbares me hicieron pasarlo algo mal: tras realizarme una artrodesis, con mucho éxito, pensaba que nada peor me podía pasar en la vida...ERROR!! Tras seis meses de recuperación empecé de nuevo mi actividad con mi pequeña tienda/taller de bicis y mi vida volvía a la normalidad. Pero tras 7 meses trabajando comencé a sentirme débil, fatigado, me costaba tragar la comida, me sentía fatal. Y tras varias visitas a los médicos vino la peor parte, el diagnóstico: adenocarcinoma gástrico en cardias. Te sueltan eso y te dicen: “se puede operar... bla bla bla bla...” ya no recibes más información porque nadie te explica que un adenocarcinoma es un cáncer maligno, que luego descubrirás, con demasiado temor, en una búsqueda por internet.

Había que hacer más pruebas, y esas pruebas solo diagnosticaron un problema mayor… el cáncer se había extendido al hígado con un 75% del hígado dañado... Total, que las probabilidades eran muy pocas y pequeñas. Tuve la gran suerte de contar con la maravillosa oncólogo Paula J. Fonseca, quien me comentó la existencia de un ensayo clínico. Realicé las pruebas para ver si podría acceder al mismo. Y walaaa!! Fui positivo en el gen Her2+, lo cual me convertía en paciente compatible con ese ensayo.

Acepté la situación. No iba a permitir que un cáncer me librase de lo mejor que tenemos en este mundo, que es VIVIR. Fueron meses muy duros, sesiones de quimioterapia con un agente biológico frente a HER2 e inmunoterapia para contener y atacar a los tumores. Debido al tratamiento, la oncólogo me recomendó hacer algo de ejercicio aeróbico tras terminar con la quimio. Qué mejor que hacer lo que era la pasión de mi vida: las 2 ruedas.

Yo conseguí hacer de la bici, la cual siempre me gustó más reparar que andar, mi terapia, y gracias a ella mi vida ha cambiado mostrándome muchos valores que antes quizás no tenía en cuenta. Hoy la motivación, la insistencia, la resistencia, la fuerza y la resiliencia forman parte de mi vida, en la cual nunca se desiste. Y si yo he decidido VIVIR, y NUNCA DESISTIR, tú también puedes hacerlo. 

Y así fue como cambió mi vida, con una nueva terapia que me ilusionó, con salidas en bici disfrutando de mi tierra Asturias. Hasta que un día saltó entre mi grupo cercano una frase: “A qué no hay narices a ir hasta Covadonga…” y así surgió el primer reto: Grado – Covadonga. Muchas empresas quisieron colaborar y se vendieron equipaciones, se hicieron camisetas, y se consiguió una donación para la Sociedad Española de Oncología Médica (Fundación Seom) www.seom.org de 14239,50€. Con este dinero se va a crear en la primavera 2021 una beca de investigación contra el cáncer. Algo que favorece al conjunto de la sociedad, no solo a una persona en concreto.

¿Por qué os cuento esto? Porque yo he querido hacer de mi vivencia una oportunidad, no para mí, sino para todas aquellas personas que por desgracia precisen de un tratamiento a tiempo, de investigación en esta u otra opción, etc. La investigación es la clave en esta dichosa enfermedad, y no pienso parar hasta seguir sumando, granito a granito, y llegar a la cima. Por todos aquellos pacientes para los que la investigación se traduce en VIDA. 

Por eso aprovecho también esta campaña para dirigirme a mis representantes políticos en el Congreso de los Diputados, para demandar que se destinen más recursos a la investigación contra el cáncer. Esta semana, el próximo 4 de febrero, recordaremos el Día Mundial contra el Cáncer y, permítanme recalcar que no es una fecha más a tachar en el calendario. Es una llamada a la acción. ¿Cuándo se destinarán más recursos a la investigación contra esta enfermedad? La asociación Cris contra el cáncer trabaja con el objetivo de dar soporte para que se investigue concienzudamente en la enfermedad, y por ello apoya y patrocina la campaña que aquí estoy lanzando. 

Mientras tanto yo sigo sumando en lo individual. Debido al éxito del anterior reto y a que mi salud hasta este verano será en principio buena, si no surgen complicaciones, quiero realizar un segundo reto: Grado – Santiago de Compostela en 3 etapas. Más de 300 kilómetros; un reto duro y difícil pero con el mismo objetivo: concienciar de la importancia de la investigación contra las enfermedades que son difíciles de tratar y una llamada a LA VIDA, LA FORTALEZA Y LA MOTIVACIÓN. ¿Te unes?