Mi más firme condena a cualquier forma de violencia machista
Hola.
En primer lugar, quiero manifestar mi más firme condena a cualquier forma de violencia machista, como la que relatas, y trasladarte mi pesar por lo que te sucedió. Lamentablemente, como dices, tu caso no es aislado y decenas de mujeres sufren experiencias similares que, además, en algunos casos han culminado con un abuso físico ejercido hacia ellas. Este es un asunto que nos preocupa mucho.
Comparto contigo que la clave está en la prevención; en erradicar estas prácticas de la sociedad. Para ello, en primer lugar, es necesario concienciar a la sociedad de la existencia de este problema que, además, se ha visto incrementado en el Estado español a lo largo de los últimos años de acuerdo con los datos ofrecidos por Naciones Unidas. Por ello quiero agradeceros que hagáis públicas vuestras experiencias.
Así, y en coherencia con nuestra preocupación, nos comprometemos a dar traslado de lo sucedido al Ministerio del Interior, que es responsable de la política criminal en el Estado.
Agradeciéndote de nuevo tu generosidad por compartir una dura experiencia como la que has padecido, te saludo.
Joseba Agirretxea
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Era la noche de Halloween y mi amiga, su novio y yo decidimos salir al local de siempre en Ferrol (La Coruña). No queríamos beber mucho ya que al día siguiente teníamos cosas que hacer así que solo tomamos tres copas en toda la noche. Somos muy conscientes del peligro que tiene para una mujer dejar su copa en la barra sin vigilancia, así que cada vez que salimos a fumar le pedimos a la camarera que nos las guardara. Sin embargo, la última vez había tanta gente que no quisimos molestarla y dejamos nuestras copas en la barra.
Volvimos a entrar en el local y nos terminamos nuestras bebidas. A día de hoy estamos seguras de que alguien intentó drogarnos. Salimos del bar algo mareadas y fuimos a la casa del novio de mi amiga a charlar un rato. Nos abrimos una cerveza y ella empezó a vomitar. Era muy raro porque apenas habíamos bebido, pero nos encontrábamos muy mal.
Enseguida nos fuimos a casa y todo empezó a darme vueltas. Tenía mucha angustia, pero no podía moverme. Estaba consciente pero inmóvil, tanto que ni siquiera pude llegar al baño y me oriné encima. Nunca me había pasado algo así, pero lo último que pensaba en ese momento era en que podían haberme drogado.
Pasé una noche horrible y al día siguiente no podía salir de la cama, mi amiga estaba igual. Pensaba que se me pasaría como cualquier resaca, pero la mañana de después seguía encontrándome mal así que decidí ir al hospital. Allí me dijeron que no era la única que había ido con esos síntomas y que sospechaban que podían haberme drogado, aún así no denunciamos.
No pusimos ninguna denuncia porque no sabíamos qué decir, no teníamos pruebas y tampoco sabíamos quien nos había hecho esto. ¿Qué opciones tenemos en estas situaciones? ¿Por qué no se nos ofrece información y protección desde las comisarias de policía?
Este no es un caso aislado, hay miles de chicas que han pasado por lo mismo, en diferentes locales y distintas ciudades. Yo he optado por comprarme una especie de “funda” para el vaso. Es injusto, queremos salir sin miedo a que nos droguen, nos acosen o nos violen.
Creo que los locales deberían de tener cámaras en los lugares que te indican para poner las bebidas cuando sales a la calle. De esta manera sería más fácil identificar a estos individuos. Además, es necesario que desde las instituciones se tomen en serio nuestras denuncias. No vamos a denunciar porque tenemos miedo a ser juzgadas, cuestionadas e invalidadas por los agentes de policía.
Necesitamos sentirnos seguras en las calles y en los bares. Las calles y la noche también son nuestras. ¿Qué medidas de control se están tomando para evitar desgracias como esta?
A raíz de la difusión de la petición varias chicas han contactado con la persona que inició la campaña para contar que también han vivido en su entorno cercano o incluso han sido víctimas directas de la sumisión química en varios locales de Ferrol. No son casos aislados es una realidad que vivimos muchas mujeres y es prioritario acabar con ello.