Hola Borja.

La explotación femenina en cualquiera de sus facetas, además de condenarla y aborrecerla, es una de las máximas por las que el PNV no pasará en una posible regulación. La defensa de la dignidad de las mujeres, y su libertad han de ser prioritarias. No aceptamos ni subordinaciones económicas, ni granjas de mujeres ni humillaciones parecidas. El futuro de esta realidad social ha de darse con garantías absolutas de libertad y respeto. Nunca como resultante de la violación de derechos. En el caso de que se regulara, han de conjugarse las libertades y los derechos de todas las partes implicadas, así como el compromiso social de igualdad.

Un saludo,

Joseba.