Personalmente creo que para reducir el uso del vehículo privado primero deberíamos ofertar un transporte público que sea capaz de competir en tiempos de desplazamiento con el vehículo privado y no solo subir los costes de los privados. Es decir, las administraciones deben garantizar un transporte eficiente con un buen diseño d ela red, intermodal y con carriles exclusivos para el transporte público de forma que se incremente la velocidad comercial.

Respecto al mantenimiento de las infraestructuras insisto en la gestión, solo los impuestos sobre los carburantes suponen el 50% del precio que pagamos por ellos, estos impuestos deberían dedicarse a la conservación de las infraestructuras y las medidas de medioambientales.

Mi propuesta es potenciar y fomentar el transporte público frente a la penalización del los vehículos privados