Soy Judith, tengo 18 años y le he ganado la batalla a la leucemia.  
 

Todo empezó cuando yo tenía 10 añitos, estábamos en el chiqui-park un grupo de amigas y yo pasando el día, estuvimos saltando, corriendo... haciendo el cabra en pocas palabras. Llegó la hora de irnos a cenar al bar que tenían los padres de una de ellas cuando de repente me empezó a doler mucho la parte izquierda de la barriga donde suele dar flato, a si qué pensamos que no tenía mayor importancia. Me senté y empecé a cenar, el dolor no reducía, cada vez aumentaba más hasta el punto de pedir de irnos a casa. 

Esa misma noche a las 06:00 de la mañana me desperté chillando del dolor porque quise levantarme para ir al lavabo y no pude, me quedé pinzada. Mis padres al oírme chillar de aquella manera vinieron corriendo a ver que me pasaba, me tomaron la temperatura y estaba a 38'6 a si que mi madre decidió cogerme y llevarme con ella a su cama para tenerme controlada. A la mañana yo no podía casi moverme del dolor que tenía, pues me llevaron de urgencias y empezaron las pruebas. 

Cuando mis padres les explicaron los dolores y demás los médicos ya se imaginaban lo que podía llegar a ser. Me hicieron análisis, ecografías, radiografías, tac y resonancia; en la ecografía vieron que tenía el bazo (órgano que ayuda al riñón) bastante inflamado, un poco mas y me lo han de extirpar, a si que lo vieron claro y la analítica lo confirmó, mi cuerpo estaba produciendo mas glóbulos blancos de lo normal, mi médula no estaba haciendo bien su trabajo, me subieron a planta y les dieron la noticia a mis padres: 
- Su hija tiene leucemia linfoblastica aguda de alto riesgo.
 

Inmediatamente esto cambió nuestras vidas, empezó la quimioterapia y empezaron todos los síntomas de ella.  Para nuestra suerte todo fue bien, no hubieron problemas y me recupere en 2 añitos, pues a los 12 ya estaba bien, tenía mi pelito de nuevo y me había deshecho del cancer. 

La sorpresa viene cuando a los 13 empiezo a tener mareos, nauseas y dolor de cabeza junto a dolores de barriga, algo no iba bien a si que marchamos de nuevo al pediatra el cual me derivó directamente al hospital de nuevo y efectivamente... era una recaída. 

Esta vez la cosa iba a ser mas difícil, pues ya no solo era quimioterapia si no que también radioterapia y trasplante de médula. Esta vez si que hubieron llagas, vómitos y todos los efectos que puedas imaginar... tras 2 meses de quimioterapia y 6 sesiones de radioterapia por fin llegó el momento de hacer el trasplante, lo que me curaría para siempre a si que fuimos a ello. 

Efectivamente me sometí al trasplante y 5 años después estoy perfectamente sin ninguna rasgo de cáncer en mi cuerpo. Pero para mi desgracia implantar un órgano externo a veces trae complicaciones como es el rechazo o mas conocido como "eich" (enfermedad injerto contra el huésped), tuve eich ocular, de piel, intestinal, de hígado, de riñones y el que mas me ha afectado... el eich pulmonar, a costa de esto mis pulmones empezaron a empeorar, se fueron acartonando cada vez mas y a mi cada vez me costaba mas respirar hasta el punto de no poder ni si quiera quedar con mis amigos porque daba. 3 pasos y me quedaba sin aire... 

Ahora con 18 años me he sometido a un trasplante de pulmones y gracias a la ciencia ahora estoy bien de todo, sin ninguna problema y ninguna complicación. 

Espero que esto siga así ya en todo lo que me queda de vida, llevo mucho luchado y creo que merezco ser un poco feliz. 

Por eso le pido a los políticos del Congreso de los Diputados que inviertan mas recursos en publicitar la donación de médula, la donación de órganos e investigación para el tratamiento de los EICH.