Pregunta para Parlamento de Catalunya
He terminado las opciones de tratamiento que tenía para curarme de un melanoma diagnosticado en estadio IV. La investigación es crucial, así como trabajar para que los centros de salud cuenten con los recursos para poder proporcionar una atención completa
Me llamo Júlia y vivo en Barcelona. A principios de junio de 2021 empecé a padecer episodios de dolor de cabeza. Además, me sentía mucho más cansada de lo normal. De hecho, llegué a reducir las horas de trabajo presencial debido a lo mencionado. De entrada, los médicos lo achacaban a una posible relación con el estrés o con la menstruación, pero yo personalmente no había experimentado, nunca, un dolor similar. Además, soy profesional del ámbito de la salud y sabía que la tipología de dolor que estaba padeciendo no tenía nada que ver con una migraña, ya que cumplía con un patrón muy neurológico. Acudí dos veces al médico y el día 27 de junio ya decidí acudir a urgencias en el Hospital del Mar.
Después de esperar 10 horas para que me atendieran, finalmente me exploraron y decidieron practicarme un TAC. La prueba sirvió para que me detectaran un bulto ubicado en el cerebelo. Con esto, consideraron practicarme, de seguido, una resonancia. Fue entonces cuando determinaron que la masa la conformaban dos tumores. Me informaron de que muy probablemente se trataría de un cáncer, pero que tenían que indagar para “ponerle nombre y apellidos”. En esta situación, caí en informar a los profesionales sanitarios que estaban conmigo en este momento de que hacía un tiempo que tenía un bulto en la parte de atrás de la cabeza, que tenía un poco de herida y que no había conseguido curar desde que me salió. Les expliqué que había acudido al médico por lo mencionado y que nunca habían considerado derivarme a dermatología; asociaban el bulto con un efecto de una dermatitis y me recetaban medicación relacionada con la patología mencionada.
Después de informarles, cuando me vieron la cabeza lo tuvieron muy claro y después de cinco días de pruebas, pudieron diagnosticarme un melanoma en estadio IV con metástasis en el hígado, en el pulmón, en el peritoneo y en el cerebelo. Me mandaron a casa con un tratamiento oral y acudía al hospital a menudo para hacerme revisiones de seguimiento para ver la evolución de la enfermedad en respuesta a la efectividad del tratamiento. Empezaron a aparecer complicaciones. En febrero tuve que ingresar porque me encontraron metástasis en la meninge de la médula y en noviembre, empecé a desarrollar tumores cerebrales.
Durante este período de tiempo empecé, también, con un tratamiento de inmunoterapia que tuvieron que parar debido a la carcinomatosis. Entonces me practicaron radioterapia en la cabeza y, finalmente, me informaron de que ya no existe más tratamiento al que me pueda someter. Sigo con el tratamiento oral que tiene como objetivo reducir y hacer desaparecer los tumores, pero con los del cerebro ya no funciona.
Tengo 25 años. Acudí durante tres años al médico para que me revisaran las pecas y, en concreto, la herida que me apareció en la cabeza y que no se curaba, pero nunca consideraron necesario derivarme a dermatología. Simplemente, asociaban la afección con una dermatitis común y me recetaban productos para remediarla. Considero que a lo mejor mi patología se hubiera podido detectar a tiempo de tratarla y a tiempo de curarla si, desde el primer momento, se hubiera tenido en consideración el síntoma, dejando de lado indicativos que te encasillan dentro de una estadística de probabilidad de padecer una enfermedad o que te dejan fuera. Creo que es imprescindible que se revisen los recursos de los que disponen los centros de salud para garantizar una atención completa a todos los pacientes que necesitan visitarse, así como la posibilidad de hacer las derivaciones necesarias sin demora. Pienso que esto pasa para revisar el funcionamiento del sistema público con el fin de descongestionarlo.
Quiero mencionar, también, que yo tuve la suerte de que por casualidad me ingresaron en el hospital tres días antes de que se me terminara el contrato y gracias a que desde la empresa donde trabajaba me informaron, pude acogerme a una baja laboral de la que me he podido beneficiar todo este tiempo. Si me hubieran ingresado tres días más tarde, sin contrato, no me habría podido acoger a ningún tipo de ayuda económica y este es un aspecto que considero, también, imprescindible de revisar por parte de las instituciones. Me he beneficiado de la baja laboral por casi un año. Ahora me la han quitado porque la ley indica que si eres mayor de 25 años y no has cotizado por tres años como mínimo, no tienes derecho a ella aunque yo estuviese trabajando durante el tiempo en cuestión pero a media jornada.
Finalmente, me gustaría poner en valor como son de cruciales los avances científicos en relación con los tratamientos existentes y su efectividad para acercarse a la curación. La investigación es determinante para la definición de los pronósticos. También considero que es crucial la concienciación sobre la existencia de según qué tipologías de cáncer y la apuesta para fomentar acciones preventivas.
Por todo lo presentado me dirijo a los políticos del Parlament de Catalunya, ya que son quienes me representan.
Respostes dels polítics
21 Gen. 2023 643 Suport
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