Nos prometieron 9 años de prisión para el maltratador de mi hija y hoy sigue en la calle ¡Necesitamos actuaciones reales, leyes implacables frente a la violencia de género, protección y apoyo a las víctimas YA!
Soy mujer y madre de dos jóvenes (23 y 18 años), una de ellas, la mayor, víctima de violencia de género. Todo empezó en verano de 2019, cuando ella, que entonces tenía 21 años, conoció a un chico. Se enamoró y comenzaron una relación. Al principio todo fue de color de rosas, pero al poco tiempo, comenzó el calvario. Bofetones, palizas, insultos, control … maltrato físico y psicológico a todas horas.
Por suerte, y digo suerte porque mi hija aun puede contarlo, consiguió salir de allí y denunciarlo. No puedo decir que ese momento fuese fácil, denunciar y demostrar que eres víctima de violencia de género nunca es sencillo, no obstante, al comienzo, mi hija se sintió arropada y su maltratador ingresó en prisión.
Tras 17 meses esperando, nos confirman la fecha del juicio, noviembre de 2021. La abogada nos puso en conocimiento de lo que iba a pasar, había muchos delitos en contra del maltratador de mi hija, respaldados por pruebas lo suficientemente concluyentes, y la Fiscalía había tomado la decisión de condenarle a nueve años de prisión, que en el momento del juicio podrían rebajarse a siete. Nueve, siete o cinco, nos daba igual, solo sentimos esperanza, ¡por fin se iba a hacer justicia!
Ilusos …
Llegó el día del juicio. Al principio nos dicen que mi hija podrá estar acompañada por mi y por su padre en todo momento. Primera mentira. Nada más llegar, una policía escolta se llevó a mi hija a una sala cerrada con llave. Al contrario que su agresor, al cual pudimos ver junto a sus padres.
Ver al ser que ha maltratado a mi hija durante meses no es fácil. Sentir como te mira e intenta intimidar, te llena de rabia e impotencia. Sin embargo, esto no fue lo que más nos dolió. Mientras estábamos esperando, la abogada se acercó con nuevas noticias. El caso había dado un giro muy grande y, por desgracia, nuestra hija era la mayor perjudicada.
Nos informa que la jueza ha determinado que 29 meses de prisión son suficientes para que el maltratador cumpla su pena. “El daño ya está hecho”, fueron las palabras de la jueza. ¿Cómo puede ser esto posible? 29 meses que se rebajarían a 27 y medio, puesto que ya había estado en la cárcel mes y medio, más los que le puedan rebajar por buen comportamiento… nuestra pregunta es, ¿entrará de verdad en prisión?
Pero esto no es todo. La jueza no quería Juicio, quería conformidad, algo con lo que nosotros no estábamos de acuerdo. Queríamos luchar, pelear por hacer justicia. Lo intentamos, pero las palabras de la abogada nos llegaron como un “asalto a mano armada”: si no hay conformidad, la pena puede ser aun menor. Firmamos la conformidad, 29 meses mejor que nada.
Ansiedad, bulimia nerviosa, 10 pastillas diarias … una joven de 23 años y su familia destrozadas mientras el maltratador está en la calle de cañas. Estas son las consecuencias de vivir en un país donde la Justicia no respalda ni ayuda a las víctimas, donde se sienten victoriosos por conseguir una orden de alejamiento que ¿de qué me sirve a mí? ¿No se dan cuenta de la cantidad de mujeres que son asesinadas a manos de sus maltratadores pese a existir esa orden?
¡Necesitamos actuaciones reales, leyes implacables frente a la violencia de género, protección y apoyo a las víctimas YA! La violencia de género debe ser castigada.