A Samuel lo mataron a golpes mientras le llamaban “maricón”. Lo que te llaman mientras te matan, importa. ¡Pedimos que el agravante de delito de odio por homofobia no sea ignorado! FIRMA

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“O paras de grabar o te mato, maricón”. Fueron las últimas palabras que escuchó. Se llama Samuel Luiz y tenía 24 años. Samuel fue golpeado hasta la muerte y perseguido durante más de 15 minutos sólo por ser quien es, mientras seguía escuchando “maricón”. Lo que te llaman mientras te matan, importa y para que este terrible asesinato no se convierta en una muerte más, debemos exigir que el agravante del delito de odio no sea ignorado cuando se juzgue y condene a los asesinos de Samuel

La investigación para saber exactamente qué ocurrió y quiénes son los responsables de este brutal crimen sigue abierta, pero ya hemos empezado a escuchar declaraciones que no descartan “ninguna hipotésis” y que excusan que los agresores “no conocían de nada” a Samuel y por lo tanto “desconocían su orientación sexual”.

Las leyes dicen que, como mínimo, la atroz muerte de Samuel debe ser calificada penalmente como homicidio. Sin embargo, las amigas y varios testigos de lo ocurrido coinciden: al menos siete personas participaron en la brutal paliza que acabó con la vida de Samuel. Esto probaría que hubo alevosía y ensañamiento y este caso sería un asesinato y no un homicidio, con mayor pena de cárcel (hasta 25 años).

Además, nuestro Código Penal define claramente qué es un delito de odio y establece que conlleva penas de cárcel de hasta cuatro años. Este agravante no puede ser ignorado. Si queremos que #JusticiaparaSamuel sea algo más que un lema, debemos reclamar a nuestra Justicia que sea ejemplar.

¿Cuántas mujeres no habrán escuchado “puta” mientras eran asesinadas? ¿Cuantos migrantes no habrán escuchado “puto negro” mientras eran apaleados? Para que estas atrocidades no sean invisibilizadas y tratadas como una muerte más, para que si te llaman “maricón” mientras te están matando no sea una anécdota o un matiz opinable sino una prueba inequívoca de que se trata de un crimen de odio.

A Samuel lo mataron por ser quién era. Si queremos que nadie tenga que pasar miedo por su identidad, si queremos que su asesinato no sea uno más en las preocupantes estadísticas de delitos de odio en nuestro país, debemos exigir que la  Justicia no ignore nunca lo que tuvo que escuchar Samuel mientras era golpeado hasta la muerte por una manada de agresores. Lo que te llaman mientras te matan, importa. 

#JusticiaparaSamuel #YoSoySamuel

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