Pregunta para Asamblea de Madrid

¡Los vecinos de la calle Áncora -en Arganzuela- exigimos al Gobierno de Madrid que paralice el arboricidio planificado para albergar los materiales de obra destinados a la construcción de la L-11 de metro, y nuestras aceras queden intactas!

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Laura Noriega Pregunta de Laura Noriega

Hola. Somos los vecinos de la calle Áncora de Madrid, en el Distrito de Arganzuela, y nos dirigimos hoy a ustedes con un tema de mucha importancia para todos los vecinos y trabajadores de la calle Áncora. 

La obra de la línea 11 de metro se ejecutará en nuestra calle cuando hemos estudiado y consultado con muchos expertos, e insistimos en que Áncora no es vital para la ejecución de la obra. La intersección de Palos de la Frontera y el Paseo de Delicias, en el tramo marcado en los planos oficiales de la obra, indica como en estos dos puntos sí habrá línea de metro y estación de metro subterránea. Pero en Áncora no. En Áncora solo se hará una rampa para que accedan los camiones y para que otras maquinarias de la obra, puedan estacionar en nuestra calle. Entre otras cosas, sacarán la tierra de los trabajos que se harán en los puntos de obra cercanos. Pedimos entonces, por favor, que se considere, con el fin de limitar algo los daños irreparables de árboles sanos y maduros (media 40 años), a la calidad de vida de los vecinos y por supuesto, a los negocios locales, para que en Áncora no se realice esta rampa que no es “vital” para los trabajos de este proyecto

Rogamos que la rampa se ubique en una de las calles en las que ya se harán trabajos. O como última instancia, que la rampa sea de menor longitud desde la intersección de Palos de la Frontera y que vaya por el medio de la calle, no en las aceras. 

Como otro punto importante en nuestra petición, rogamos que las aceras se queden intactas, ya que ahí se desarrolla la vida la nuestra calle, donde prosperan nuestros comercios locales, donde transitan infinidad de personas (familias, personas mayores, juventud) que todos los días, tanto entre semana como los fines de semana, ocupan nuestras aceras, nuestras terrazas. En Áncora hay artículos periodísticos que alegan que somos una calle en pleno auge. Y la razón de talar todos nuestros árboles y quitar las terrazas es solo para que siga circulando el tráfico. Bien, pues, por favor, tengan en cuenta ustedes que en Áncora existen dos calles que son perfectamente paralelas (C. de Canarias y Calle de las Delicias) y que por esas calles se debería desviar el tráfico de coches, cambiando el sentido de una de ellas si fuera necesario.

Otro punto, están los edificios de Áncora. Algunos como el número 19 de esta calle hará en 2029, 100 años. Tenemos expertos que nos están avisando de que estos cimientos pueden quedar dañados si pasa una tuneladora a tanta proximidad. Esto es algo que nos preocupa a muchos vecinos y, lo más grave, es que no hemos visto a nadie venir a estudiar estos riesgos, o por lo menos comunicarnos esto. 

Esta es una obra que está apoyada por el Gobierno actual de Madrid, insistimos en que nuestra petición es independiente a la política. En nuestra calle hay vecinos que votan a partidos distintos, religiones distintas, pero todos coincidimos en esta petición y sufriremos todos mucho si no se rectifica el plan actual. Los propios dirigentes tienen que darse cuenta de que utilizar nuestras calles y talar árboles antiquísimos que han tardado al menos tres generaciones en darnos sobra, solo para que puedan entrar los camiones, es un gravísimo error con consecuencias irreparables, pero lo peor de todo es que nadie rectifica. Ningún partido reconoce sus errores.

El dato es tanto más grave cuanto, en los últimos cuatro años, la capital ha perdido alrededor de 80.000 árboles en sus calles y zonas verdes, sin contar las muy cuantiosas pérdidas habidas en los parques históricos, singulares y forestales, tales como la Casa de Campo, el Retiro, la Dehesa de la Villa, el parque de Valdebebas... y sin contar la masa perdida en El Pardo. La mayoría de las bajas se producen entre los árboles calificados por el Área de Medio Ambiente como “maduros”, esto es, en pleno vigor. 

La situación es paradójica toda vez que la obra de la L-11 de metro se justifica como ejemplo de “desarrollo sostenible”, mostrando que muestra un desprecio olímpico por el arbolado existente y que en el proyecto no se ha buscado minimizar las afecciones sobre el mismo, sino que de manera frívola se argumenta que los árboles serán trasplantados o, en su caso, serán reemplazados por ejemplares nuevos. 

Se hace caso omiso de que la mayoría de los trasplantes son inviables y de que los árboles que se apean cuentan con decenas de años de vida. De forma muy concreta, el proyecto de construcción de la L-11 de metro daña de manera irreparable los parques de Comillas y Arganzuela (integrado en Madrid Río), donde colocan dichas estaciones, y el parque Darwin, donde prevé extraer la tuneladora. Buena parte de los ejemplares afectados cuenta con 50-70 años. 

Nosotros no estamos en contra de la construcción de la línea 11 de metro, pero, originariamente, la línea que se iba a construir no pasaba por tantos parques. Árboles con hasta 3 generaciones serán talados, así como el resto de plantaciones que se encuentre ‘la serpiente’ de metro a su paso. 

Nadie ha venido a informarnos. Muchos vecinos nos hemos enterado de lo que pasará en nuestras calles al ver directamente las cintas policiales preparadas para la tala. Tampoco hay información actualizada en las webs ciudadanas, como en el Portal de Transparencia de Comunidad de Madrid, que indica que el proyecto sigue en proceso de licitación y no es así, lleva meses adjudicado. Incluso, algunos vecinos han acudido al Ayuntamiento y a la Junta Municipal de Arganzuela para pedir información, pero se la han denegado, al decir que no tenían conocimiento de los detalles del proyecto aprobado. 

La obra ha comenzado ya, pero las administraciones están negando información a sus vecinos. Si las personas jóvenes del barrio hemos intentado conseguir dicha información a través de portales de información y no hemos encontrada nada, las personas mayores sin acceso a internet se enterarán cuando estén talando los árboles de la puerta de su casa. 

Hemos sido los propios vecinos quienes nos hemos movilizado y seguimos haciéndolo para que se evite el arboricidio de la calle Áncora. Nosotros mismos hemos tenido que ir a todos los locales comerciales del barrio para informales de lo que pasaría en los próximos días, tal vez meses, porque esa es otra información clave que no sabemos. No sabemos cuándo empezará esto. Es tal barbarie que algunos ni nos creen. 

Por todo lo plasmado, lanzamos la siguiente petición a la Asamblea de Madrid para que se reconsidere la tala de la calle Áncora y faciliten otra zona, ya afectada por la obra, para poder albergar todos los materiales de construcción, así como los propios camiones, necesarios para la construcción de la línea 11 de metro. 

Queremos que respeten nuestros comercios locales y que no destrocen nuestras calles. Además, muchos de los propios comercios basan su supervivencia en la rentabilidad de sus terrazas –terrazas de bares-, pero esto también desaparecerá con dichas obras. 

Los vecinos de Áncora alzamos la voz para decir que los árboles no se tocan. La supervivencia de la calle depende también de los comercios locales, pero con las obras, la calle será destrozada. 

Hay mucha irresponsabilidad detrás de este proyecto y exigimos que se rectifique y se anule este plan en el menor tiempo posible. La calidad de vida de los vecinos también está en juego y pedimos al Gobierno de Madrid que se responsabilice con su ciudadanía. ¡El construir una línea de metro nueva para el beneficio de todo Madrid, no debe suponer un arboricidio y la destrucción de la vida de uno de sus barrios!

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