Soy Liam Black, soy padre, marido, triatleta y también paciente de oncología.  
 

En 2018 después de un año lleno de visitas médicas, encontraron un tumor muy agresivo en el colon. Cuando lo detectaron, estaba bastante extendido y había consumido mi apéndice, así que primero me operaron y seguidamente hice un tratamiento de ocho ciclos de quimioterapia.  
 

En todo el momento del tratamiento, ni mi medico ni ninguna asociación me dieron ningún tipo de consejo sobre la importancia de hacer ejercicio. Tanto para poder aguantar la quimio como para la esperanza y la calidad de vida.  
 

Todo el tratamiento está estandarizado, y algo mas allá del tratamiento oncológico no nos llega a los pacientes. Lo único que tenemos son recomendaciones de una dieta sana y una vida sana, que no es nada diferente a lo que se le recomienda a una persona sin ninguna enfermedad.  
 

Pronto me dieron el alta en oncología y empecé a llevar una vida normal. Yo siempre he sido muy deportista, empece a volver a correr y salir con la bicicleta pero no de forma muy regular, porque tenia un trabajo muy exigente en cuento a horarios. Corrí la media maratón de Madrid, fue todo un reto para mi. Poco después me detectaron de nuevo ganglios afectados, así que me toco volver a hacer quimioterapia y después operación. Pero poco después volvieron a detectar ganglios afectados otra vez. Estaba mal por tener una recaída tan rápida pero no era lo peor que podía pasar por que no había metástasis.  
 

Así, en 2020 antes del confinamiento me apunté en el Club deportivo de Valdebebas, enfocado en el entrenamiento de triatlón. Me apunté cuando aun estaba en remisión de la enfermedad, intentando volver a llevar una vida normal. Obviamente con el confinamiento no pude hacer mucho deporte, pero cuando se pudo salir en seguida aproveché.  

En el Club se portaron genial conmigo al saber que había vuelto a recaer. Me hicieron otras rutinas diferentes a los que normalmente hacen y me presentaron a un entrenador personal, David. Él, sabiendo que tenia cáncer, fue a una charla de entrenamiento en pacientes de oncología impartida por Lucia Gil y sabiendo que necesitaba unos ejercicios diferentes, habló con ella y tuvimos una conferencia los tres sobre la necesidad del ejercicio físico durante y después del tratamiento oncológico.  
 

Uno de los efectos que tiene la quimio es la redución muy significativa de la masa muscular. Esto es algo muy importante para poder combatir los tratamientos y el cáncer, haciendo que todo te afecte mucho más. Mantener o recuperar la masa muscular es muy beneficioso para la calidad de vida y la recuperación. Pero las personas que se dedican al ejercicio y al entrenamiento de manera especifica en oncología son muy muy pocas y en España no llegan ni a la decena de profesionales en este sector.  
 

¿Por qué sanidad no se investiga más este campo? Es necesario que se estudie e investiguen los beneficios del ejercicio físico durante los tratamientos oncológicos así como la posterior recuperacion y que se informe a todos los pacientes sobre la necesidad de hacer un entrenamiento personalizado que le ayude a llevar mejor la enfermedad. Es un campo al que aun le falta visibilidad y necesita que se destinen más recursos para que muchas más personas sean profesionales del entrenamiento físico oncológico.  
 

Yo me tomé muy enserio las recomendaciones de Lucia y de mi entrenador David y ahora mismo que acabo de terminar mi quinto ciclo de quimioterapia he notado una diferencia enorme desde la primera vez que estaba haciendo el tratamiento, en cuento a la fuerza que tengo y sobretodo la mejoría en el tipo de recuperación.  
 

Mi objetivo este año es seguir entrenando y me haría muy feliz poder participar en un triatlón.