Mi nombre es Lluis y soy entrenador de un equipo. Quiero poner de manifiesto las condiciones laborales tan deplorables que hay en este sector. 

Yo empecé siendo ayudante de un  entrenador, como comenzamos todo. Esta profesión es muy vocacional. Hay que echar muchas horas, acompañar al equipo en sus partidos, viajar con ellos… y nada de esto está luego recompensado económicamente. 

Pero el problema no es solo ese. Es que en ocasiones te encuentras con ciertos equipos que ni siquiera te quieren dar de alta en la Seguridad Social. Vaya, que trabajas en negro y encima tienes que echarle bastantes horas en total.  

A mi me gusta mucho lo que hago, pero este sector necesita una regulación. Es un trabajo más y por ello se debería regir por la ley.  

Si los clubes tuvieran dados de alta a todos sus colaboradores, estos nos encontraríamos más protegidos, pues tendríamos derecho a una indemnización si fuéramos despedidos y comenzamos  antes a cotizar de cara a una futura pensión, entre otros derechos.  

No hay que olvidar, que para ello los clubes necesitan subvenciones del gobierno para poder paliar con los gastos. 

Esto es posible si hay intención. Hay ejemplos claros, como el que se vivió hace unos años con los monitores de comedores que antes cobraban en negro y ahora es un “sector regulado". 

Me gustaría que el Congreso de los Diputados se hiciera eco de estas peticiones.