Hola. Me llamo Loida Moreno, tengo 29 años y, actualmente, padezco ansiedad. 

Con anterioridad, también he tenido depresión y varios familiares se han quitado la vida, así que la salud mental, en general, me parece muy necesario. Cada vez son más los conocidos cercanos que desarrollan alguna afección mental. Tenemos que reforzar la salud mental puesto que es la gran enfermedad del presente y del futuro. 

El primer ataque de ansiedad lo tuve en junio de 2020. A partir de ese momento, se han ido sucediendo cada vez más continuos hasta el día de hoy. Al principio no sabía qué me ocurría cuando tenía un ataque. Me ponía muy enferma físicamente y lloraba durante horas sin saber porqué. Al repetirse esta situación muchas veces me di cuenta de que lo que me pasaba era ansiedad.

Los trastornos de ansiedad son afecciones en las que la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir con las actividades diarias, como el desempeño en el trabajo, la escuela y las relaciones entre personas. No se conoce la causa de la ansiedad. Factores como la genética, la biología y química del cerebro, el estrés y su entorno pueden tener un rol.

Al principio la ansiedad se manifestaba en forma de miedo, pero seguía con mi vida "normal" aún sintiendo muchísimo miedo al hacer cosas que antes podía hacer con normalidad. Más tarde fue empeorando la situación hasta el punto de no poder conducir a solas o ir a sitios públicos sola por miedo a tener un ataque. Ese miedo generaba más ansiedad y así la bola de nieve se hacia cada vez más grande.

Los síntomas que me produce la ansiedad son mareos, sudores, taquicardias, visión borrosa, vómitos, diarrea, percepción del espacio alterado, despersonalización, temblores en las piernas y vértigos, entre otras muchas cosas.

En el presente sigo sintiendo mucho miedo y a veces tengo picos de ansiedad con todo lo que ello conlleva. Me siento presionada por la sociedad porque se nos obliga a ser productivos -si no trabajas no tienes dinero para comer- y es difícil serlo cuando te enfrentas a la ansiedad cada día y debes acudir a trabajar porque no es una opción.

He tenido ataques de ansiedad en el trabajo y a veces me han ninguneado. Cuando decidí ir al médico de cabecera a hablarle sobre mi ansiedad (ya llevaba un año y medio con los ataques) me dijo que lo único que podía hacer era recetarme ansiolíticos y pagarme un psicólogo en la privada.

Actualmente hay mucha falta de empatía. Es muy duro perder a alguien cercano que se ha quitado la vida y no entender el porqué, pero también es muy duro entender a esas personas y su dolor, y verte con los mismos pensamientos que llevaron a esas personas a quitarse la vida. En ese momento te das cuenta de que estás en peligro.

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que mejore y aumente la Atención Primaria gratuita en salud mental.

Yo siento que he he mejorado desde que voy al psicólogo privado. Me supone un esfuerzo económico, pero lo pago en su totalidad -mi psicólogo me dio la opción de pagar menos o no pagar si no podía- porque ahora mismo mi salud mental es lo más prioritario. Por eso, me parece muy frustrante tener que pagar por una atención sanitaria de esta clase, y todavía me parece más desolador la cantidad de personas que no se lo pueden permitir.

Al igual que una persona enferma de cáncer va al oncólogo para intentar revertir una situación, una persona que padece una enfermedad mental y no se trate, aunque suene muy duro, TAMBIÉN PUEDE MORIR. Los datos gritan por sí solos. 

Por eso, necesitamos una Atención Primaria gratuita en salud mental. Es de extrema necesidad. Las personas están muriendo por esto.