Hola, soy Lola, tengo 35 años y escribo este texto en osoigo para hablar con total naturalidad de los diversos tipos de relaciones amorosas. En mi caso, mi marido y yo hemos construido una pareja poliamorosa en la que nos permitimos establecer vínculos sentimentales con otras personas, pero siempre priorizando nuestra relación. Voy a contar cómo ha sido el proceso hasta construir todo lo que tenemos como pareja y por qué considero que es importante empezar a educar desde que tenemos uso de razón en la tolerancia, respeto y libertad sentimental.

Mi marido y yo llevamos toda la vida juntos, fuimos ambos la primera pareja del otro, y siempre hemos tenido una relación basada en la comunicación. Hace cuatro años, tras la muerte súbita de mi padre, nos empezamos a plantear la vida cómo algo efímero y que había que disfrutar. A partir de este momento, nos empezamos a plantear las curiosidades que teníamos cómo pareja y decidimos tras muchas reflexiones empezar a probar cosas nuevas que a ambos nos llamaban la atención. 

Al principio, empezamos a establecer relaciones sexuales con otras personas, siempre bajo el acuerdo de contárnoslo todo. Más tarde, nos dimos cuenta de que eso no nos llenaba y que lo que realmente nos hacía felices era establecer vínculos sentimentales y amorosos con otra gente. Así empezó lo que a día de hoy tenemos construido sobre unos cimientos amorosos muy sólidos y gracias a la confianza absoluta en nosotros mismos: una relación abierta, poliamorosa y jerárquica. Esto significa que podemos establecer vínculos sentimentales con más personas, pero que siempre priorizaremos nuestra relación y nuestra familia de tres (nosotros dos y nuestro pequeño).

Todo esto solo es posible tras muchas conversaciones incómodas en las que realmente tenemos la confianza total para contarle a nuestra pareja cómo nos sentimos y qué nos apetece hacer. Es un proceso largo que, al principio, con motivo de una educación sexual y afectiva bastante escasa en la que solo se contempla la monogamia, cuesta mucho. Sin embargo, cuando se consigue la estabilidad emocional y afectiva supone una liberación. 

Creé mi cuenta de instagram hace bastante, en cierta medida, para compartir mis trabajos como escritora, en los que también hablo de amores libres y sin tabúes. Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que mucha gente busca información o consejos sobre el poliamor. Incluso gente que simplemente siente curiosidad por saber en qué consiste. A mí me encanta poder hablar con estas personas y contarles nuestro caso. 

Cuando nosotros decidimos empezar a abrir la relación, no encontramos nada de ayuda porque era un tema muy tabú. A día de hoy lo sigue siendo y mucha gente no lo entiende, cosa que respeto totalmente siempre y cuando la tolerancia y el respeto sea recíproco. Los temas relacionados con la sexualidad y las diversas relaciones incomodan a gran parte de la sociedad y eso hace que muchas parejas no se sientan con la libertad de dar el paso a la vida que quieren o que les gustaría probar. Porque al final el poliamor es eso, un estilo de vida igual de válido que cualquier otro. 

Con todo esto, quiero exponer los dos motivos por los que he elaborado esta campaña en osoigo.com. En primer lugar, para dar visibilidad al poliamor y a cualquier otro tipo de relación afectiva, por ello, también os animo a seguirme en instagram (@whiskyconlola) donde cada domingo hago una sección donde pongo la cajita de preguntas de Instagram y mis seguidores me preguntan o me cuentan sus vivencias. Esta se llama “El salseo de los domingos” y, obviamente, también hablamos de sexo y sexualidad sin tapujos. 

El segundo motivo es reivindicar una educación afectiva, emocional y sexual desde la infancia/adolescencia. Que nuestros hijos, hijas e hijes crezcan sabiendo que hay un abanico infinito de posibilidades cuando hablamos de amor y de relaciones. Por nuestra parte, las generaciones que estamos viviendo con el tabú que gira en torno a estos temas, tenemos que conseguir que los más pequeños crezcan con total libertad para decidir qué quieren.