Pregunta para Parlamento de Catalunya
Los problemas de salud mental siguen siendo un tema tabú, pero se debería comenzar a normalizar empezando por la educación. ¡No es nada malo pedir ayuda!
Mi nombre es Lorena y hace dos años mi padre decidió quitarse la vida. Él estaba atravesando una época bastante dura con problemas de alcoholismo y con depresión (sin diagnosticar).
Una de las cosas que más feliz le hacían era la escalada. Mucha gente puede pensar que una persona con ideas suicidas siempre está deprimida o sin ganas de hacer nada. Pero no es así, tiene sus momentos buenos. Por eso mucha gente no se espera que alguien se suicide, porque desde fuera parece que todo va bien.
Mi padre era de esas personas que de primeras no piden ayuda, aunque al final se vio tan mal que decidió pedirla. No de manera directa, pero la pedía a gritos. Llegó a ir al médico de cabecera pero la solución fue medicación para disminuir las ganas de consumir alcohol, ansiolíticos y cita con el psiquiatra en seis meses, fue demasiado tarde.
Encontramos un centro gratuito para personas con alcoholismo donde podías recibir atención psicológica. Llegó a ir a un par de sesiones pero no era suficiente la ayuda, él necesitaba un ingreso urgente. Miramos centros privados pero eran muy caros y él nos comentaba que ya encontraría la forma de salir de ahí.
Es una enfermedad que afecta mucho al que la padece pero también a la familia y a los que le rodean. Un día quieres ayudarlo, otros te enfadas… Es una situación muy difícil. Mi padre decidió quitarse la vida para dejar de sufrir él pero también para que los demás dejáramos de sufrir porque veía que estaba haciendo daño a la familia. Debemos quedarnos con lo bonito de esas personas que se van, no tenerles rabia por esa decisión que han tomado. Si llegan a ese punto es porque estaban muy mal.
Yo no culpo a los médicos y especialistas, pero sí culpo al sistema. Se debería destinar mucho más presupuesto en la sanidad pública para la salud mental, ya que todos tendríamos que permitirnos poder ser atendidos con buena calidad.
También me gustaría hablar del estigma que aún existe con los temas de salud mental. Hasta hace relativamente poco no se hablaba de ello, ni de ir al psicólogo, ni del suicidio. Hablar de todo esto se debería normalizar y eso se hace desde pequeños, con la educación.
Expresando lo que sientes desde edades tempranas puede hacer que salgan y se exterioricen muchas cosas y se pueden evitar desenlaces fatales como el suicidio. Muchos padres no saben como tratar ciertos temas porque no nos han educado para ello.
A través de la educación debería entenderse de una vez que está bien sacar todo lo que tenemos dentro, llorar, expresarnos… Tenemos que darle la importancia que tiene a la salud mental.
Tenemos que aprender a expresar todo lo que nos pasa sin tener miedo a ser juzgados ni a sentirnos débiles, siempre vamos a tener a un ser querido que nos escuche. Hay que normalizar el pedir ayuda profesional, no por ello estamos locos, muchas veces necesitamos ayuda externa y no es nada malo.
Y por último, para todas aquellas personas que tienen a alguien cercano atravesando una situación parecida a la que viví quiero decirles que escuchen, que les hagan sentir a la otra persona que están ahí. Y si un ser querido se ha quitado la vida, no te culpes, pide ayuda profesional e incluso busca grupos de apoyo.
Dirijo esta petición a los políticos de mi Comunidad Autónoma para pedir que se invierta más en salud mental para que todo el mundo pueda permitirse pedir ayuda y ser ayudada con calidad, y para visibilizar la salud mental y acabar con su estigma.