La noche del pasado viernes 6 de febrero fue la última vez que mi familia y yo vimos a nuestra hija y hermana Nayeli de 20 años de edad. Somos de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. 

La noche de ese 6 de febrero yo llegué como siempre a la casa, cenamos en familia y nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones a dormir. Al día siguiente, vimos que Nayeli no había amanecido en casa y preguntamos a una de mis otras dos hijas menores si sabía a dónde había ido Nayeli, mi hija menor nos dijo que una persona que le llamaba muy insistente (al parecer una amiga con la que trabajaba en sus tiempos libres) para que salieran y que se escapara de la casa para ir con ella, a lo que mi hija lo hizo por la madrugada. 

Tras ver que ella no llegó al día siguiente ni respondía las llamadas ni los mensajes porque su teléfono ya se encontraba apagado, fuimos a la Fiscalía a denunciar la desaparición de mi hija. Dimos todos los datos posibles sobre quiénes pudieron haber engañado a mi hija de salir, direcciones para localizarlos e interrogarlos, pero las autoridades no han dado pistas contundentes para dar con el paradero de mi hija. Han pasado ya 3 meses y seguimos sin saber nada de ella. 

Nayeli estudiaba la preparatoria, pero llevaba 7 meses aproximadamente trabajando con la chica que la invitó a salir ese 5 de febrero en un local de alitas en Tlajomulco. Mi hija tenía unos días que acababa de renunciar porque había conseguido un trabajo mejor y estaba muy emocionada por dar un nuevo paso en su vida como adulta. Es una chica muy sociable, que gustaba de ayudarnos a todos en la familia, a sus hermanas menores con las que convivía mucho y que ahora la extrañan mucho, al igual que yo y mi esposa. 

Hago un llamado a las autoridades del Senado de la República quienes son mis representantes, lo siguiente: Hacer todo lo posible por encontrar a mi hija a la brevedad posible, pues han pasado 3 meses de preocupaciones, tristeza y mucha impotencia ya que no vemos que se estén esforzando en encontrarla sana. 

Esta situación nos ha afectado mucho como familia, a mis hijas de 11 y de 13 años de edad. Nayeli era un ejemplo a seguir, la extrañan mucho y en cierto punto se sienten culpables por ser ellas quienes vieron por última vez a su hermana salir de casa y desafortunadamente no la han visto regresar. Las desapariciones de niñas, chicas y mujeres en México es muy preocupante, hoy nos ha tocado a nosotros como familia vivirlo desafortunadamente. No esperamos que nos vuelva a pasar, esperamos que las autoridades hagan todo lo que está en sus manos para que Nayeli no sea una estadística más y regrese con nosotros a casa.  

Por favor, ayúdanos a firmar y a difundir esta campaña por todos sus grupos-contactos de WhatsApp y Redes Sociales. Si consigo 500 apoyos, esta pregunta llegará al Senado de la República, los cuales me tendrán que dar una respuesta en esta misma web. 

Muchas gracias