Me llamo Maitane y vivo en Salamanca. En septiembre de 2021 me detecté un bulto en el pecho. Decidí pedir cita con la matrona, que después de explorarme indicó que, aunque el bulto parecía benigno, debía derivarme a la unidad de anatomía patológica del hospital. Me dieron cita después de un mes. El 26 de octubre acudí al médico y me hicieron una mamografía y una ecografía mamaria. El radiólogo, entonces, me informó que como con lo visto no podían garantizar que se tratara al 100% de un fibroadenoma, me harían una biopsia al día siguiente.

Finalmente, me informaron de que presentaba tres bultos; dos de malignos y uno de benigno. Los tres creaban una masa de 5 cm que la cirujana consideró quitar antes de empezar con un tratamiento de quimioterapia, ya que apuntó que mi tipo de cáncer no reduce de tamaño con la quimioterapia, sino que se disuelve. Me practicaron una cirugía conservadora y pronto empezaré con el tratamiento de quimioterapia. Después de esto me harán radioterapia.

El proceso de enfermedad me ha hecho considerar que es necesario incidir en la forma como se proporciona acompañamiento informativo a los pacientes de cáncer. Creo que es necesario que se apueste para que la información que dan los médicos pueda ser personalizada, de calidad y con el componente comprensivo para el paciente. Para conseguir esto, pienso que hace falta invertir a favor de que los médicos tengan la posibilidad de pasar tiempo con sus pacientes. Para conllevar la enfermedad de una manera correcta, el aspecto informativo sobre la evolución, la incidencia y los efectos de la enfermedad, así como sobre los tratamientos y a lo que se exponen los pacientes, es primordial.

Es por lo presentado que me dirijo a los políticos de las Cortes de Castilla y León, ya que son quienes me representan, para que me respondan a la pregunta concreta: ¿Por qué no se invierte a favor de que los hospitales puedan garantizar un acompañamiento informativo completo, de calidad y enfocado directamente a cada paciente durante el proceso de enfermedad?